El Gobierno del Principado está abierto a incorporar la unidad de control de la contaminación ubicada por el Ayuntamiento en El Lauredal, dentro de la red oficial que la administración autonómica utiliza para decretar las alertas por contaminación. Así se lo trasladó el viceconsejero de Medio Ambiente del Principado, Benigno Fernández Fano, al gobierno local gijonés en una de las reuniones de la Comisión de Seguimiento del Plan de Calidad del Aire en la aglomeración de Gijón. La política medioambiental del Ayuntamiento depende directamente de la Alcaldesa, Carmen Moriyón, quien no ha delegado esa competencia en otro edil.
"Le hemos dicho al Ayuntamiento que si la unidad móvil de El Lauredal quiere formar parte de la red para medir la calidad del aire de la población residente, pídalo, que lo incorporamos. No tenemos ningún problema, pero cumpliendo las condiciones que están en el decreto, no otras. Así de claro", señaló Fernández Fano, agregando que ese planteamiento se lo trasladó al consistorio gijonés en una reunión del Plan de Calidad del Aire.
Los colectivos vecinales y ecologistas vienen reclamando hace tiempo que se tengan en cuenta las mediciones de la unidad móvil de El Lauredal para activar las alertas por contaminación. De tenerse en cuenta ya los datos de El Lauredal, los días con alertas por contaminación y la gravedad de las mismas sería sensiblemente superior a lo que ahora acontece. De los 28 días que tuvo el pasado mes de febrero, en 22 de ellos se registraron niveles de PM 10 superiores a los máximos legales, llegando a alcanzar en alguna jornada el triple de contaminación respecto a esos máximos. En la estación de la Avenida de la Argentina, cuya ubicación está cuestionada por vecinos y ecologistas, se superaron los límites diez días de febrero.
El origen de la contaminación de El Lauredal es fundamentalmente industrial. Esa polución está camino de aminorarse con inversiones de Arcelor en los sínter.
