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Todo Linares en la Universidad

El artista de Navelgas inaugura reprospectiva en el Edificio Histórico l Cristina Busto vuelve a la Escuela de Arte de Oviedo

Miki López / LNE

La obra de Manolo Linares (Navelgas, 1943) se identifica claramente porque es casi un reflejo pictórico de la historia de Asturias a lo largo de más de medio siglo. Paisajes y algo de paisanaje pueblan los lienzos de un artista que comenzó a pintar a escondidas de sus padres. Lo hizo en su aldea natal, en su Navelgas que tanto defiende. Aquel cuadro era "Navelgas al natural", fue el primero y estará en la exposición "Recorridos y miradas" que hoy se inaugura, a las 19.00 horas, en la sala de exposiciones del edificio histórico de la Universidad de Oviedo (calle San Francisco). Allí estará Linares para defender lo rural con su arte, y estará arropado por amigos, como siempre ha sido. La exposición recoge su obra desde aquellos primeros trabajos de 1951 hasta la actualidad. En ellos se ve la evolución del artista, pero también la de su querida Navelgas y por tanto Asturias, y por tanto, tal vez, todo el mundo.

La de Linares no será la única exposición que se inaugura hoy. La avilesina Cristina Busto vuelve a casa, a la Escuela de Arte de Oviedo (Julián Clavería, 12) para mostrar su trabajo bajo el título "Otra expo random o el fin de una era". La inauguración será a las 12.40 horas. "Cada vez que acepto una propuesta expositiva, el resultado es una serie de piezas conectadas más por la estética de mi obra que porque compongan un todo expositivo coherente", explica la artista. Busto justifica la heterogeneidad de su obra, "aceptándola como los restos de acciones, no como objetos creados para ser expuestos ni vendidos, por eso siguen conmigo y se van sumando a una videoperformance aleatoria en la que se muestra lo que queda, lo que permanece". Ahora, dice, vuelve a la Escuela de Arte "a cerrar un ciclo, a mostrarle a este viejo edificio de lo que he sido capaz, a saludar las baldosas de terracota marrón y reconocer en sus alumnos a nosotros mismos hace 25 años".

La galerista Arancha Osoro inicia el año con una doble apuesta. Por un lado, en su galería de Ventura Rodríguez, 6, inaugura el viernes la exposición de fotografías de Rafael Navarro, uno de los fotógrafos imprescindibles de las últimas décadas y cuya obra se ha podido ver recientemente en el centro Niemeyer de Avilés. La muestra se articula en dos series. Por un lado, está "Patzcuaro", una serie de 1983 compuesta por diez fotografías de pequeño formato que dan testimonio de un viaje e México. Por otro lado, está "Testigos", de 2010, obras de gran formato que rinden homenaje a la parte vegetal de la naturaleza.

Arancha Osoro es también la responsable de la exposición que Guillermo Ocio inaugura el viernes, a las 19.00 horas, en el hotel de la Reconquista (Gil de Jaz, 16). La muestra recoge un trabajo escultórico capaz de dialogar con el espectador a través del significado que inspira cada una de las piezas.

El artista crea su obra a partir de la búsqueda de contrarios, de este modo presenta composiciones que entienden el vacío como una configuración positiva del espacio. De la destrucción y transformación de la materia surge la creación aportando formas y texturas reminiscentes del elemento primario. El color toma un sutil protagonismo en cada una de sus piezas. El rojo, el amarillo, el azul y el negro tienen el objetivo de estimular un mensaje al espectador, creando su propia iconografía.

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