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Los niños, sin columpios, parques ni amigos pero con juguetes en la calle

"Es imposible regularlo todo; aún tenemos sentido común", afirman las familias numerosas asturianas

Hablan las familias numerosas: "Es imposible regular todo pero aún tenemos sentido común"

Hablan las familias numerosas: "Es imposible regular todo pero aún tenemos sentido común"

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Hablan las familias numerosas: "Es imposible regular todo pero aún tenemos sentido común" Marián Martínez

Será solo una hora al día, y no podrán ir al parque, ni a los columpios, ni jugar con sus amigos, pero al menos el domingo los 103.501 niños asturianos menores de 14 años ya podrán salir a la calle a tomar el aire, correr, saltar e incluso llevar sus juguetes, como un patinete. Tendrán que ir con una mayor de 18 años, que podrá acompañar incluso a tres menores, y a una distancia que no supere el kilómetro de su casa. Pero aún así, es un alivio después de mes y medio de confinamiento.

El Gobierno tiene previsto publicar el sábado una guía con las indicaciones precisas, pero el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, adelantó ayer las líneas generales, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, matizó que "siempre garantizando las medidas de distanciamiento de dos metros y de higiene". Que los niños usen mascarilla es recomendable si no se puede asegurar el cumplimiento del resto de medidas. Pero no es obligatorio.

Pablo Iglesias arrancó su intervención pidiendo perdón a los seis millones de menores de 14 años en España por haber lanzado mensajes contradictorios desde el Ejecutivo, provocando el caos, la decepción y la indignación de profesionales, familias y de los propios niños. El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, había anunciado el sábado que podrían salir de casa a dar un paseo. Pero tras el Consejo de Ministros, la ministra portavoz del Gobierno aseguró qué podrían abandonar el enclaustramiento para ir a la compra con un adulto con el convivan, a la farmacia, al banco o al quiosco. La protesta social fue de tal magnitud, que el ministro de Salud tuvo que salir seis horas después a desmentir este extremo, aunque en ningún momento admitió una rectificación. Ayer, el Vicepresidente segundo y máximo representante de Podemos, Pablo Iglesias, hizo exactamente lo contrario. Al punto de que inició su intervención dirigiéndose directamente a los niños para pedirles perdón.

"Es evidente que no comunicamos bien, no lo explicamos bien y por eso recibimos críticas del conjunto de la sociedad. Y cuando uno no se explica bien no hay que lamentarse, hay que ponerse a trabajar y eso hicimos, y esa misma tarde el Ministro (Illa) lo explicó", afirmó Iglesias. "Se han cometido errores y hay que disculparse y trabajar para enmendarlos de manera inmediata. Si las críticas son razonables, hay que rectificar", incidió. Fue incluso reiterativo, para acabar asegurando, a preguntas de los periodistas, que "no habría cosa más torpe que cuando uno se equivoca, no reconocerlo y corregir".

También el vicepresidente del Ejecutivo regional asturiano, Juan Cofiño, se refirió ayer a esta rectificación tras el Consejo de Gobierno, para afirmar que "rectificar es de sabios", añadiendo el matiz de que "siempre que la rectificación no sea recurrente". Pero subrayó que se ha realizado "en un plazo rápido" y "en la línea adecuada" en referencia a las medidas adecuadas. Ya el presidente del Principado se había mostrado favorable a que los niños pudieran salir a la calle a pasear, con todas las medidas de seguridad. Por eso celebró en Twitter el volantazo del Gobierno central

Tras admitir el error y pedir perdón, Pablo Iglesias dio los detalles básicos de la salida de los niños a la calle el próximo domingo. Podrán hacerlo una vez al día durante una hora entre las 09.00 y las 21.00 horas, evitando las horas puntas para tratar de que no haya contagios.

Lo tendrán que hacer acompañados de una persona mayor de edad con la que convivan. Es decir, si lo hacen con un hermano, debe tener al menos 18 años. El adulto podrá llevar con él hasta tres menores.

La distancia al domicilio no debe superar el kilómetro. Podrán saltar, correr y jugar, pero no podrán acceder a los parques infantiles ni a los columpios. Tampoco podrán jugar con otros niños, y si se ven con amigos se saludarán desde la distancia.

Deberán seguir estrictamente las normas de seguridad de dos metros de distanciamiento, lavarse bien las manos antes de salir y al regresar a casa, y tener en el hogar un estricto control de higiene. El uso de mascarilla no es obligatorio, pero es recomendable si por algún motivo no se pudieran garantizar las normas básicas descritas.

El Colegio de Enfermería de Asturias confirmó ayer que "a día de hoy" en el Principado "no tenemos mascarillas infantiles" , y matizó que "si los menores tienen que llevarlas o no y qué mascarillas se pondrían le corresponde a Sanidad definirlo".

Los inspectores veterinarios de salud pública, profesionales encargados de velar por las condiciones sanitarias y de bioseguridad de las industrias y establecimientos alimentarios, entre ellos los supermercados, celebraron ayer el cambio de opinión del gobierno y que no se lleve a los niños a estos establecimientos.

Señalaron que "desde un principio" comunicaron que "los supermercados son lugares cerrados por los que pasan multitud de personas, incluidas aquellas de riesgo y enfermos asintomáticos. Que eran lugares en los que se manipulaban e intercambiaban carros de compra, cestas, productos, dinero, donde se tocaban superficies con frecuencia, donde se vendían productos como frutas y verduras sin envasar y que se consumían sin cocinar". Por eso, entre otros motivos sanitarios, se congratulan de que no se utilicen finalmente espacios como lugares de esparcimiento infantil.

"Es imposible regular todo, pero aún tenemos sentido común", dice el ovetense David Alférez

Avilés, Saúl FERNÁNDEZ

David Alférez es el presidente de la Asociación de Familias Numerosas de Asturias (AFNA) y es, además, padre de tres hijos de entre 8 y 17 años. El vaivén gubernamental a cuenta de las salidas programadas de los menores le ha producido perplejidad. "Me parece estupendo que hagan 'brainstorming' y que a alguien se le ocurra eso de poder salir para ir al súper y a la farmacia, pero alguien tenía que haber dicho que eso era una burrada", señaló Alférez por teléfono. "Soy comprensivo: todo esto nos ha pillado con el pie cambiado. Es imposible regular todo; pero aún tenemos sentido común", destacó el ovetense. "¿Cómo le vas a decir a tu hijo que deje la tele y se venga contigo a hacer recados? Eso no es plan. Parece que no entiendan que es más fácil controlar a los hijos en espacios abiertos que en cerrados; en el supermercado estás todo el tiempo:_'No toques eso, cuidado'", apunta. "Ningún padre va a poner en peligro a sus hijos, que sabemos qué nos jugamos", apunta.

"Ahora nos dicen que podemos sacar a los chicos una hora al día y de tres en tres. Tengo suerte: son los que tengo. Si tengo cuatro, ¿qué hago? ¿turnos?", se pregunta. Reconoce Alférez que en la mayoría de las familias asociadas a AFNA tiene tres hijos. "Según subes de hijos, se reduce el porcentaje, pero de cuatro hay muchos ejemplos?", dice. "En caso de llevarlos por separado y dado que no se pueden hacer grupos en la calle, los hermanos no se pueden ver en la calle. Luego, en casa, ya sí. ¿Qué pasa? ¿El virus infecta sólo bajas al buzón?"Alférez reconoce que "son muchas semanas de encierro y que el cansancio se incrementa a cada paso". Entiende también que la situación "supera al Gobierno y más a las familias", apostilla. "Todo esto es comprensible, pero también lo es el sentido común: ¿quién sujeta a tres niños en un pasillo de supermercado?", se pregunta. En casa de Alférez, además, está el caso de que la hija mayor tiene 17 (es menor): "Lleva fatal no poder salir sola con sus hermanos", resume.

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