Estoy sorprendido de que los escolares de Navelgas no puedan disputar ninguna competición deportiva en el colegio de la localidad, ya que, a pesar de llevar cinco años inaugurado, carece de duchas y de vestuarios. Unas carencias que no van a ser resueltas tal vez en mucho tiempo, ya que el director general de Deportes les ha hecho saber que su departamento no cuenta de momento con dinero suficiente para afrontar esa inversión. Pero no se trata sólo de los colegios, sino que las viviendas sociales, después de doce años habitadas, aún carecen de accesos. Éstas son las consecuencias de una Administración que lo hace todo por fases sin preocuparse luego de que las obras se vean terminadas. Basta con que la gente entre en las casas o los estudiantes en las aulas y así cumplir con este trámite, que sólo sirve para acomodar la propaganda política. Lo malo es que después llega la dura realidad, la que pone los presupuestos y las inversiones en su sitio.