Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Higinio Collar ha sido detenido por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial por un grave delito contra la salud de los animales de su explotación ganadera en Riotorno, en el concejo de Cangas del Narcea. El Seprona encontró en su finca varios animales muertos e incluso sin ojos ni orejas. Pero Collar niega los hechos y se desentiende del delito que se le imputa. Hostelero y propietario de un bar en el Barrio Nuevo de Cangas del Narcea y padre de dos hijos, Higinio Collar confía en que todo el proceso se resuelva y en quedar absuelto. Y explica que ahora está en libertad sin cargos.

Tal y como cuenta él mismo, «vinieron a buscarme y me llevaron al cuartelillo para detenerme, y yo no tenía ni idea de lo que pasaba». Según las informaciones facilitadas por el Seprona, un guarda rural encontró evidencias en la cuadra de Higinio Collar de que un número elevado de cabezas de ovino y caprino -unas 140 ovejas y varios corderos- se hallaban en un estado de abandono, algunas con extrema delgadez y perdiendo pelo, otra sin ojos y una oreja parcialmente mutilada, otras recostadas en unas cuadras anegadas de estiércol y junto a animales muertos. «Es todo mentira. En esta época es normal que los animales pierdan pelo pero los animales comen dos veces al día si se quedan en la cuadra y fuera, además, tienen todo el pasto que quieran», explica Higinio Collar, vecino de Cangas del Narcea. «Ayer mismo la Consejería de Medio Ambiente realizó en mi explotación una inspección de bienestar animal y no encontró nada de lo que se me está acusando. Sólo se me insta a cambiarlas regularmente de prado para pastar y limpiar las cuadras».

Dice Collar que el procedimiento utilizado para detenerle tampoco fue el adecuado, «el guarda rural entró por su cuenta y riesgo en la propiedad sin permisos de ningún tipo y sacó las fotos que se han publicado, fotos hechas en una casa abandonada que hay a 300 metros de la cuadra, igual la cabra moribunda era de mi ganadería pero yo no tengo ni idea. Los corderos lactantes que dice que estaban a su alrededor, obviamente, pensaban que les iba a dar la leche y por eso se le acercaron porque se les ceba a diario». También niega el estado de la cuadra, «¡claro que tiene luz! Otra cosa es que no supiera encontrar el interruptor. Además, estamos acabando con las obras que necesitamos para el desagüe».

Collar no duda de que saldrá absuelto de este proceso, «eso, por supuesto, no tengo ningún miedo y, entonces, será cuando empecemos a querellarnos contra todas estas mentiras que están saliendo». El magistrado del Juzgado único de primera instancia e instrucción de Cangas del Narcea, Julio Juan Martínez Zahonero, ha prohibido a Higinio y al pastor que cuida de la cuadra, que resultó imputado, disponer o enajenar las ovejas adultas que existen en la explotación quedando desde este momento a su entero cuidado en tanto no se adopte otra decisión por el Juzgado o por el organismo público competente. En Riotorno, pueblo que se encuentra a unos 30 kilómetros de Cangas del Narcea, los vecinos expresan la opinión que les merece el acontecimiento que ha perturbado la vida de la aldea estos últimos días. «Hace cosa de doce años que tiene el ganado así, mal cuidado. Estamos en una aldea de montaña y, para tener animales, hay que coger la hierba en verano y hacer unos trabajos que él nunca hizo. El invierno se les hacía muy duro a los bichos y en primavera salían disparadas al prado. Para tenerlas así es mejor no tenerlas», dice un vecino de la localidad.

La aldea de Riotorno cuenta con siete vecinos habituales, pero sólo un par de las casas están habitadas de forma continua. A pesar de ser pocos, en los últimos tiempos, los vecinos han estado muy unidos para conseguir mejoras en el pueblo y formar una cooperativa, «él nunca quiso formar parte de nada de esto. Siempre fue un paisano muy especial que no tenía ninguna gana de unirse con el resto del pueblo», explican los vecinos de Riotorno, que temen que el nombre de su pueblo se asocie a este caso, «es lo que tenemos que evitar. Aquí vivimos los que estamos enamorados de la montaña y los animales», rematan los vecinos.