Vegadeo,

T. CASCUDO

«Busco trabajo». «Chica joven busca trabajo como cuidadora de niños». «Se ofrece pintor para trabajos exteriores». Los anuncios caseros se multiplican en quioscos, tablones y hasta en fachadas de edificios. Ante tal proliferación de ofertas y con intención de diferenciarse de la competencia, un grupo de jóvenes de la comarca ha decidido crear una especie de agencia laboral bajo el nombre de Parados Unidos.

Daniel Lasheras y Vanina Bailone viven desde hace cuatro años en la localidad veigueña de Miou. Daniel Lasheras es licenciado en Filología árabe y técnico superior en recursos naturales y Vanina Bailone es analista de sistemas, profesora de danza y quiromasajista. Su alto nivel de preparación les permite acceder a los trabajos más variados y ese fue el punto de partida para Parados Unidos.

Junto a otra pareja de amigos fusionaron todos sus empleos para ofrecer un listado completo de servicios. No se trata de ninguna agencia o asociación al uso, sino una unión de esfuerzos para luchar contra el paro que ahoga a los jóvenes. Así, Parados Unidos ofrece trabajos de electricidad, jardinería, huerta, masajes, limpieza, gimnasia adaptada, hostelería y arreglos informáticos. Así se indica en los carteles y folletos que han repartido por la rasa costera, entre Tapia y Vegadeo. Y, por si la oferta de trabajos no es suficiente, han añadido un «y lo que se te ocurra» al final del anuncio. No descartan que la lista de empleos siga creciendo, ya que en los cuatro meses de funcionamiento de esta peculiar iniciativa han recibido ofertas de otros parados para formar parte del grupo.

El asunto de los carteles surgió un poco por casualidad aunque, de momento, no han conseguido demasiadas llamadas. «Aquí la gente no tiene cultura de carteles, como quizás pasa en las ciudades. Si no te conocen, les cuesta llamar», comentan. Aún así no desisten en su empeño por lograr un trabajo fijo.

Las seis personas que integran Parados Unidos tienen también la característica común de ser personas jóvenes, entre los 27 y los 35 años. Al contrario de lo que han hecho otros jóvenes, ellos apuestan por el lugar donde les gusta y quieren vivir y centran sus esfuerzos en encontrar trabajo para permanecer en la zona.

Daniel Lasheras y Vanina Bailone confiesan que es muy duro encontrar un trabajo fijo y explican que, «de momento, sobrevivimos bien porque vamos haciendo cosas que nos permiten pagar el alquiler y los gastos». Además, combinan su multitud de labores con la artesanía y la música. Para ellos, Parados Unidos es un recurso más que utilizan para acceder al mercado laboral. No paran de pensar y dar vueltas a su futuro. De hecho, este invierno pondrán en marcha un pequeño invernadero de plantas medicinales que servirá de complemento a los estudios de fitoterapia (terapia con plantas) que desarrolla ella. Quien necesite localizarlos los encontrará en el 699 774 275.