A Roda (Tapia),

T. CASCUDO

Tal vez sean pocos los que lo sepan, pero en la pequeña aldea tapiega de Pellogra están los orígenes de la artista argentina Soledad Villamil. La reciente ganadora del Goya a la mejor actriz revelación por «El secreto de sus ojos» tiene su lado asturiano por tierras del Occidente, emulando al que fue su director en la cinta, Juan José Campanella, quien mantiene familia en Taramundi. Ambos han celebrado recientemente el «Oscar» por la película.

En el mismo corazón de este núcleo de A Roda hace memoria Aida Parente. «Sí que me acuerdo de la familia con apellido Villamil que vivía en una casa que ahora está en ruinas. Aún estuvo este verano uno de los descendientes de la familia, que cada vez que viene se lleva a Buenos Aires de recuerdo una piedra de la casa».

A sus 75 años, Aida cuenta que algunos emigraron, hicieron dinero y luego mandaron dinero para construir un «casón enorme». Esa mansión que sigue luciendo bella, aunque deteriorada por el paso de los años, está en pleno centro de A Roda. Precisamente junto a ella reside la cuñada de Aida con un apellido que delata el parentesco: Yolanda Rodríguez Villamil.

Al preguntarle por la familia Villamil, sonríe y abre las puertas de su casa. Guarda fotografías, cartas que se escribe con sus familiares al otro lado del charco y un libro, casi un tesoro para la familia, en el que se recupera todo el árbol genealógico.

Es Luis Villamil quien lo firma y quien consiguió reconstruir los orígenes de la saga en Tapia. Buceando en los archivos históricos de uno y otro lado del charco consigue recuperar la mayor parte de los nombres que ahora permanecen salvados en el libro «De ahora en más?», editado en Buenos Aires en 1999. Uno de los ejemplares viajó hasta las manos de Yolanda Rodríguez Villamil, que lo guarda con aprecio.

La portada del libro ya dice mucho de su contenido, ya que por única ilustración incorpora el escudo del concejo de Tapia. En él aparecen cuatro iconos y uno de ellos es el escudo de la familia Villamil. No en vano, fue una saga con gran relevancia en el concejo. A Roda y también la parroquia de Serantes, donde incluso hay un pueblo que se llama Villamil, dan buena fe de sus raíces. También en el vecino concejo de Castropol se conservan descendientes de la familia.

Fue la propia Soledad, que además de actriz es cantante de éxito en Argentina, la que dio pistas sobre sus antepasados. En una reciente entrevista dijo que heredo su talento artístico de una tía abuela suya, con raíces asturianas que se ganaba la vida bailando flamenco por Argentina. Su voz y talento dejaron huella en Soledad. De la bailarina se acuerda Yolanda Rodríguez Villamil. «Era bailarina en Buenos Aires y creo que muy buena. Murió el año pasado y lo hizo con la bandera española, tenía mucho cariño a su tierra», explica.

Aunque Yolanda desconocía su parentesco con la popular actriz, sí que le encajan las pistas que ella tiene sobre su árbol genealógico. Tal esquema empieza en Antonio Villamil, nacido en Pellogra en 1832. En el 59 se marchó a África y combatió en la batalla de Tetuán, lo que le hizo merecedor, junto a sus compañeros, de una condecoración de la reina Isabel II. A su regreso a tierras tapiegas se casó con Bernarda Casariego y tuvieron 10 hijos.

Bernarda le sobrevivió y tomó duras decisiones como la de enviar a parte de sus hijos a América para hacer fortuna. Dice el escritor de la historia familiar que la decisión fue acertada porque los hijos le ayudaron desde allí a comprar propiedades y le construyeron «una muy buena casa para esa época».

Uno de los hijos de Bernarda y Antonio fue Maximino, el bisabuelo de Soledad. De él dice Luis Villamil que trabajó con su hermano en una empresa exportadora de cueros y que era «muy humano, encantador y sumamente cariñoso». Y apunta además que tenía muy buen carácter, «cosa nada común en los otros Villamil».

Maximino tuvo dos hijos, Hugo e Irma. El primero es el abuelo de Soledad y se casó con Aurora Biglieri, con la que tuvo otros dos hijos. El varón, Hugo Sergio Villamil, nació ya en Buenos Aires en 1942 y es el padre de tres hijos, entre ellos Soledad Villamil, que nació en la capital bonaerense en 1969.

Pese a que Soledad se acabe de llevar el Goya a la actriz revelación en España, su carrera cinematográfica es larga y fructífera. Lo que está claro es que «El secreto de sus ojos», que también ha logrado el premio a mejor película extranjera en los Oscar, le ha servido para hacerse visible a los ojos del público español. El asturiano, especialmente el tapiego, a buen seguro seguirá ahora la trayectoria de su popular «vecina».