Tapia de Casariego,

T. CASCUDO

Tres mujeres pasean por una calle desierta. En sus rostros se perfila una sonrisa entre divertida y apurada por el chaparrón de lluvia que ha precedido a la instantánea. La imagen bien podría haber salido de una antigua película, pero es tan real como la vida misma. La fotografía -en la que salen tres tapiegas ataviadas con chubasqueros y paseando en madreñas o galochas- fue tomada en los años cuarenta y es una de las 60 imágenes que componen la exposición «Historias de vida» que se puede visitar en el Ayuntamiento de Tapia hasta el 25 de agosto.

La muestra forma parte de las actividades que propone el Consejo Local de la Mujer con motivo de la entrega del premio «Mujer», un galardón instaurado hace cinco años. Ese mismo tiempo lleva realizándose esta exposición, que recoge fotografías antiguas de mujeres de la villa y los pueblos del concejo. «Viene mucha gente a verla y, además, funciona mucho el boca a boca porque igual alguien se localiza en una foto y anima a sus amigos a venir a verla», explican fuentes del Consistorio.

Como el premio «Mujer» recayó este año en las viudas que dejó el naufragio del barco «Ramona López», tragedia de la que este año se cumple medio siglo, también la exposición hace un guiño a estas mujeres dedicándoles uno de los paneles.

Todas las fotos -cedidas por familias del concejo, que cada año son diferentes- cuentan con una ficha identificativa en la que figuran los nombres de todos los que aparecen en la instantánea. «En algunas imágenes hemos colocado una interrogación porque no conseguimos localizar a la persona. No obstante, a medida que pasan los días y la gente la visita, se van desvelando los nombres y vamos completamos las fichas», comentan técnicas municipales.

Unas risas en la romería de Porcía o la Jira de Salave, un posado junto a un camión de Albo o en el interior de la fábrica de conservas Bravo, una tapiega con un bonito recién pescado o un grupo de amigas en el barco «María Tobalina»? Pese a que también hay fotos de las parroquias rurales y de los trabajos del campo, predominan las imágenes de la villa en las que el mar o los trabajos a él vinculados son protagonistas. Su papel ha pasado desapercibido, pero la mujer cumplió una labor fundamental en la vida marinera, ya fuera reparando redes, vendiendo el producto o preparando el pescado para la conserva.

Son muchos los momentos capturados por esta exposición, pero todos tienen un denominador común y es la presencia de la mujer. Merece la pena visitar la muestra para viajar como espectadores hasta la Tapia de principios del siglo pasado.