Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Sandra González, de 24 años de edad, nació en el pueblo de Arayón, en Cangas del Narcea, concretamente en Casa Olaya, y ahora trabaja en la Agencia Espacial Europea (ESA), en el equipo que busca la mejor manera de obtener energía y de distribuirla para que los satélites que se lanzan al espacio funcionen con el mayor rendimiento posible. Su viaje es un ejemplo de cómo se puede pasar de la zona rural a la cima del mundo tecnológico actual.

Sandra González realizó sus estudios en la Universidad de Oviedo, en la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Gijón. Estudió Ingeniería Superior de Telecomunicación. Enseguida se sintió tentada por el mundo espacial y en tercero de carrera se involucró en el proyecto del satélite ESMO, diseñado por estudiantes de distintas universidades europeas bajo la supervisión de la ESA. Así conoció las oportunidades que ofrecía el sector, además de adquirir conocimientos sobre el ámbito aeroespacial.

Durante el último año en la Universidad, mientras realizaba el proyecto de fin de carrera, solicitó el puesto que ahora ocupa, que es una especie de programa para recién titulados con un contrato de un año.

La joven canguesa se está adaptando a su vida en Leiden, en Holanda, que es donde se encuentra su puesto de trabajo. «Aquí estoy muy contenta, aunque me escapo a España de vez en cuando, así que no me puedo quejar. Es bastante fácil desenvolverse, ya que prácticamente todos los holandeses hablan inglés sin ningún problema, por lo que el idioma no es una barrera, como puede ocurrirte si te vas a vivir a otro país».

Sandra González ha comprobado que convivir con algunas de las personas más formadas e inteligentes del mundo es algo sencillo: «el ambiente en el trabajo es muy bueno, es muy agradable trabajar en la ESA. Además, hay mucha gente joven, por lo que es muy fácil hacer amistades y conocer a gente con la que salir e involucrarte en otras actividades. Aquí la gente es muy amable y humilde, y en ningún momento te hacen sentir que estés trabajando con los profesionales de «la cima». La verdad es que tengo la suerte de estar trabajando al lado de grandes profesionales y tengo la gran oportunidad de poder aprender de ellos», concluye.