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Polémica por la protección de los cinematógrafos históricos

El futuro de los cines proyecta sombras

La catalogación de los edificios como patrimonio cultural es acogida con reticencia por los propietarios, que ven limitadas sus posibilidades de aprovechamiento

La decisión de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de incluir en el inventario del Patrimonio Cultural de Asturias una selección de cincuenta cinematógrafos dispersos por la geografía regional, ocho de ellos en la comarca occidental, no ha sentado bien a todos los propietarios. Para los edificios menos singulares que están en manos privadas el inicio de este expediente de protección supone un "regalo envenenado" porque limita las intervenciones futuras.

El heredero del cine Europa, de La Caridad, Fernando Díaz, no termina de encontrar beneficios a la medida, que califica de "profundamente negativa". Díaz confiesa que se quedó "de piedra" cuando recibió la notificación de Cultura y denuncia que la administración no le haya explicado antes su intención de dar protección al viejo cine.

Su abuelo abrió el inmueble como salón de baile y en 1941 se lo alquiló a Fernando Sánchez, quien lo convirtió en sala de cine. El equipamiento, que funcionó hasta finales de la década de los noventa, llegó a tener pantalla panorámica y Cinemascope, algo que, según el expediente de Cultura, es "excepcional" para las zonas rurales. Sin embargo, en la actualidad es un edificio vacío en pleno centro de La Caridad. "Solo queda el cascarón", incide Díaz, quien lamenta el expediente de protección porque pone la puntilla a una historia que se remonta a los años de la Guerra Civil. Entonces, el negocio de su abuelo, que fue preso político, fue requisado para servir como cuartel falangista. "Soy aficionado al cine, pero el local es una pesadilla que no me trae buenos recuerdos. Esto es el finiquito, la requisa definitiva", precisa.

Los propietarios del Cine Cervantes de Figueras, más conocido como Cine Eduardo, también reprochan la falta de transparencia de la administración en este proceso, pues nadie les anticipó los planes de proteger este edificio, que data del primer cuarto del siglo XX. "Implícitamente es una condena a la ruina de los supuestos edificios que se plantea proteger si no llevan medidas de acompañamiento por parte de la administración para su mantenimiento", explica la familia. Este equipamiento se halla en pleno centro de Figueras y la protección invalida cualquier aprovechamiento urbanístico del espacio.

El expediente del cine figueirense explica que, aunque se trata de un edificio de "gran sencillez", es un "ejemplo de gran valor histórico del tipo de pabellón de espectáculos de comienzos del siglo XX en Asturias. Los propietarios no dudan del criterio técnico, pero ponen de manifiesto que se trata de un edificio "simple, no es más que una nave sin interés de tipo arquitectónico". A su juicio, la calificación del Principado "es tanto como obligar a los dueños a no poder disponer de su propiedad".

El cine Konfort de Salas permanece cerrado y, de momento, sin proyecto. Se inauguró en 1945 y se cerró en 1970. Durante unos años, ya sin proyecciones cinematográficas, acogió bailes y otras actividades lúdicas. La propiedad asegura que el edificio puede venderse, pero que, de momento, no hay ofertas sobre la mesa. El actual Alcalde, Sergio Hidalgo, no contempla su compra mientras que el PSOE desea recuperarlo "para el patrimonio municipal".

A pesar de llevar años cerrado, está bien conservado a tenor de su aspecto exterior. Tuvo problemas en la techumbre. El edificio se encuentra en la carretera nacional que cruza la villa de Salas y conduce a La Espina.

En el concejo naviego son tres los edificios afectados por esta medida. En la capital están el Casino y el cine Fantasio, separados por apenas unos pasos, en la avenida de los Emigrantes y a orillas de la ría. El primero fue diseñado por Benigno Rodríguez y levantado en 1922, en los terrenos cedidos por el emigrante a Argentina Rafael Calzada. El Fantasio es posterior, del año 1943, proyectado por Igancio Álvarez Castelao, y su actividad como cine cesó en el año 2004. Ambos edificios están actualmente en manos del gobierno municipal, que plantea convertirlos en un centro cultural de referencia. El Fantasio requiere una reforma integral, cuyo proyecto, que ya se encuentra aprobado, respetará las líneas actuales del edificio y reforzará su cimentación.

Para el Casino aún no se han proyectado las actuaciones, pero serán simples y de conservación. Por ello no se teme que la inclusión en el inventario de Patrimonio suponga un problema para llevar a cabo las mejoras.

En Puerto de Vega, el teatro casino, fundado en 1931, mantiene un completo programa de actividades gracias a la sociedad que lo gestiona, y que es anterior a él, ya que se gestó en 1906. "Actualmente somos 330 socios y tratamos de darle vida con varias actividades en el edificio", señala Tata García, tesorera de la sociedad. Aunque considera que la inclusión del edificio en el inventario es algo positivo, teme que genere "más papeleo" para llevar a cabo las actuaciones esporádicas que requiere su mantenimiento. El edificio se utiliza para representaciones teatrales, conciertos, fiestas y cursos de todo tipo, y sigue siendo, como lo fue en sus inicios, un centro social y cultural de gran importancia en la localidad.

Conciertos, obras de teatro, proyecciones de películas y hasta un open de press banca son algunas de las actividades que acoge a lo largo del año el teatro Toreno, en Cangas del Narcea, conocido en otro tiempo como Cinema Toreno.

Su historia se remonta a los años veinte del siglo pasado, cuando el Conde Toreno decidió ceder un viejo caserón, en el que ocasionalmente se representaban obras de teatro, a favor de la juventud canguesa de la época, con la condición de que el destino del solar fuese el de teatro para siempre.

Tras varias décadas dedicado exclusivamente al cine y después de pasar unos años cerrado, el Ayuntamiento decidió hacerse con el edificio, que se reinauguró, renovado, en 1998. A partir de entonces se ha convertido en el referente de la actividad cultural en la villa canguesa.

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