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La cocina crea escuela en Tapia

"Sin desmerecer a la cocina de autor, la tradicional está cada vez más de moda", afirma Carmen Carbajales, que ya suma medio centenar de alumnos en sus clases

La cocina crea escuela en Tapia

T. CASCUDO

Que la cocina tradicional y las recetas de toda la vida no pasan de moda es algo que saben bien en Tapia. El Consistorio organizó un curso para veinticinco personas al que se apuntaron más de sesenta, por lo que se vio obligado a desdoblarlo en dos clases y dejar lista de espera para una próxima edición. Parte del éxito reside en la fama de la maestra, la cocinera Carmen Carbajales, que le pone auténtica pasión a un oficio que defiende con uñas y dientes: "Sin desmerecer a la cocina de autor, la tradicional está cada vez más de moda".

Carbajales, franquina de nacimiento aunque afincada en Tapia desde hace décadas, vive entre fogones desde que tiene uso de razón. La cocina, más que un trabajo, es una pasión, y por eso cada vez que se le plantea la posibilidad de impartir un cursillo no se lo piensa dos veces. "Me gusta mucho y me sirve para desconectar", precisa. Hacía años que no compatibilizaba su labor profesional con la docencia, de ahí que esté disfrutando enormemente con la aventura. Además, aprecia algunos cambios respecto a la última vez y es la incorporación de hombres a las clases: "Algo está cambiando, hasta ahora siempre había dado clase a mujeres".

Entre la decena de alumnos presentes está el marinero tapiego Miguel Maseda, que intenta mejorar sus armas en la cocina. "Cocino algo, pero quiero aprender más", señala, al tiempo que reconoce que en su caso es una cuestión más de necesidad doméstica por los horarios laborales de su mujer que de pasión. Más afición tiene Emilio Reiriz, que defiende la importancia de estas actividades para fomentar la igualdad. Además, defiende a la cocinera: "Tenemos una gran chef en Tapia y sería un error no aprovecharla para que comparta todo su conocimiento".

A Carbajales, que está al frente de los fogones de un conocido restaurante de la villa, no le faltan seguidores. Es el caso de Maruja Maseda, una de las alumnas más veteranas. "Hace veinte años que fui a un curso que dio y me encantó. Es una cocinera muy casera y campechana y por eso me apunté al curso. Siempre aprendes algo". Con Maseda coincide Pilarina Nogueiro, quien se reconoce seguidora de la cocinera: "Me gusta mucho cómo cocina y fui a todos sus cursos".

Carbajales, que está encantada de contribuir a que haya actividades en Tapia, explica que el primer paso para aprender a cocinar es que "te guste". Considera interesante el curso para la gente joven, a la que, cree, "hay que mentalizar de la importancia de saber desenvolverse en la cocina". De hecho, entre sus alumnos hay un puñado de veinteañeros. No obstante, el perfil es variado, con gente desde veinte años a ochenta.

En la segunda clase los cursillistas aprendieron la receta para preparar un cachopo de merluza y una cazuela de pulpo con setas, almejas y patata. Libreta en mano siguieron las instrucciones de Carbajales, que cocina según su receta habitual: "No tapo nada, yo lo hago tal cual lo cocino en el bar. Lo cuento todo". El resultado, claro, lo catan entre todos como cierre a dos horas de clase.

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