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"Celaya" roza el siglo de vida en Puerto de Vega

José González es la tercera generación al frente del supermercado, fundado por su abuelo como bar-tienda y que ahora cumple 95 años

El camión de "Celaya", como carroza para las fiestas de San Juan de Soirana hacia 1950. MANUEL FERNÁNDEZ / PUERTO DE VEGA 1900-2000

José González Fernández sale de su pequeño despacho con un gran libro, de hojas amarillentas y tapas desgastadas, y lo deposita sobre la nevera expositora. "Aquí se demuestra que cumplimos noventa y cinco años", dice. La primera página del gran tomo, que contiene la contabilidad del negocio durante décadas, indica la fecha de la fundación del establecimiento comercial: "13 de junio de 1920".

"Celaya" es el nombre por el que se conoce en Puerto de Vega al ultramarinos que fundó el abuelo de José González, ahora convertido en pequeño supermercado. Celaya, el segundo apellido del fundador, es además el apodo del propio González, que lleva sesenta años en el negocio, en el que comenzó a trabajar con catorce. Esta semana celebran los 95 años por todo lo alto, con sorteos y diversas fiestas con los vecinos.

Ramón González Celaya, casado con Josefa Sierra, inició en 1920 un negocio de bar tienda, como muchos otros en la zona, justo en frente de donde ahora se encuentra el supermercado. "El abuelo era zapatero, y la abuela, que era una emprendedora, y hacía pan, fue la que lo animó. Crearon el negocio y después lo cogió su hijo Carlos, mi padre, al regresar de la mili", recuerda José González, que explica que, además de ultramarinos, realizaba la función de corresponsales de banco y de transportistas, puesto que disponían de un camión para acarrear material para obras. "Tuvimos un Internacional, y después un Bianchi, con el que fuimos a trabajar a Ensidesa", rememora el empresario.

Antes de que las grandes cadenas de supermercados implantasen el servicio a domicilio, este emprendedor compró en los sesenta una furgoneta modelo "dos caballos" con la que llevaba la compra hasta la cocina del cliente.

"Repartíamos dos veces al día, a las dos y a las ocho y media. Ese sistema funcionaba muy bien, porque había pocos coches. La gente quedaba muy contenta", señala. Recuerda además, el peculiar sistema de compra de los vecinos, ligada a la vida marinera del pueblo.

Los clientes contaban con una libreta en la que se apuntaba toda la compra. "A final de mes, si podían pagaban. Si no, para el siguiente. En el caso de los marineros, muchas veces se pagaba de costera a costera de bonito", subraya, aunque puntualiza que "pagaban muy bien y nunca hubo ningún problema".

La tienda, además, era, y sigue siendo, el centro de la vida social de la localidad. González llegó a vender máquinas de coser, en su local estaba el teléfono público, y también se guardaban los utensilios de las comadronas que ayudaban a dar a luz en la zona. Recuerda el propietario, además, las múltiples campañas de promoción que realizó, muchas veces a mano con papel de calco, y que incluían cupones de descuento, ofertas, e incluso fiestas de globos para niños. "Tenían mucho éxito", evoca. También escribía recetas de postres, y vendía de forma conjunta los productos necesarias para llevarlas a cabo.

En sus sesenta años al frente del negocio familiar, González reconoce que pasó "épocas buenas y no tan buenas", como la crisis de 1972, "fue gorda, pero más corta que la que estamos sufriendo ahora". De la decena de comercios como el suyo que había en Puerto de Vega hace décadas ahora quedan menos de la mitad, siendo el "Celaya" el más veterano de todos. "La gente se desplaza a otros sitios, a comprar, y los pequeños vamos quedando más rezagados", considera José González, que dice que no hay más secreto que "trabajar mucho, competir, ser original y tratar muy bien a nuestros clientes".

En la actualidad cuenta con dos empleadas, aunque él se mantiene al frente del negocio, satisfecho de su longevidad. "Hoy, el que logra aguantar ya es un triunfador, los tiempos están muy difíciles", subraya. Por todo ello ve difícil llevar el negocio familiar al siglo de vida, aunque "Celaya" no escatimará esfuerzos.

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