Este año son Blancanieves y los siete enanitos los invitados de cuento de hadas con los que contará el tradicional desfile de carrozas que despide las fiestas de San Roque de Tineo, la tarde del próximo martes.
Llegados del Lejano Oeste también asistirán al original pasacalles una tribu de indios, un grupo de vaqueros en su carruaje, e incluso seres de otros planetas que intentarán invadir Tineo.
En total se sumarán una veintena de carrozas al desfile que traerá durante unas horas la ilusión, la fantasía y alegría a las calles de la villa tinetense. El recorrido comenzará a las 18 en la Venta de Quildán y atravesará el centro de Tineo hasta el recinto ferial animado con la música de siete bandas de gaitas y charangas.
La comisión de festejos decidió impulsar el año pasado el desfile de carrozas, una tradición que se remonta a los años sesenta, cuando nació como un concurso anual en el que se premiaba a la creación más original y que se quedó posteriormente en el actual desfile que a lo largo de los años ha sufrido altibajos y que con el empuje otorgado en las pasadas fiestas parece haber recuperado el auge de antaño.
Los componentes de la comisión, que en la edición anterior presentó seis de las once carrozas del desfile, creen que "el buen nivel de los diseños" ha hecho resurgir este evento y ha servido para que "muchas peñas, grupos de amigos y comercios se animen a participar este año".
Este 18 de agosto la comisión sacará a la calle siete creaciones que se han encargado de idear y construir Luis González y Otilia Feito, vinculados a las carrozas, tanto de San Roque como del día de Reyes, desde la década de los ochenta.
Reconocen que "hay que trabajar mucho". Han sido cuatro meses de intensas labores durante su tiempo libre para en estas fechas tener todo listo. No obstante, aseguran que el tiempo y el trabajo que le dedican se ven recompensados por la ilusión de los niños y también del pueblo en general hacia este evento.
Las historias representadas nunca se repiten y suelen ser lo más complicado de decidir. Este año, las carrozas de la comisión nos llevarán a una tribu india, una composición que "parece sencilla pero no lo es, nos llevó mucho tiempo hacer el Tótem y la tienda que es una sábana pintada a mano", explica Otilia Feito. Otra de las más trabajosas fue la casita de los enanitos y Blancanieves con muchos detalles y un tejado hecho con hierba. El Moulin Rouge, una recreación exacta del cabaret parisino, también ha dado su trabajo, pero su fidelidad con el real hace que sus creadores se sientan orgullos de él.
Acompañando a las carrozas de la comisión saldrán otras once creadas por peñas, grupos de amigos y comercios.
El barrio del Viso de Tineo se estrena en el desfile con la recreación de una diligencia del oeste. "Nos animó a participar ver el gran desfile que se organizó el año pasado y decidimos participar para ampliarlo porque es una tradición que estaba casi olvidada y suele gustar mucho", explica Jorge Arango, uno de los impulsores de la participación del Viso. En la carroza se podrán ver unos 40 figurantes con trajes originales y también caballos que tirarán del carruaje.
Más práctica tienen los componentes de las peñas Estruendo, Cachimba y A trago que asisten cada año. Este lo harán con un tablado flamenco y los diez participantes irán vestidos de cordobeses. Aseguran que les gusta acudir al desfile para colaborar "porque es una tradición que parecía que se iba a perder y vemos que gusta mucho y la gente se divierte", explica María Fernández. Además, recuerdan que es el último día de las fiestas y supone "una buena forma de despedirse de San Roque hasta el año que viene".
Hasta que llegue el desfile, en Tineo aún quedan tres días repletos de actividades y de fiesta que continúan hoy con el día del bollo.
