La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LUIS PASAMONTES | Exciclista profesional

"Los paisajes del Suroccidente recuerdan puertos míticos del Tour de Francia"

"Hay que ver más allá de la Marcha o de cualquier cita de este tipo, no son sólo eventos deportivos, es turismo para Cangas del Narcea"

Luis Pasamontes, en el Prao del Molín de Cangas del Narcea, con la capilla del Carmen al fondo. D. ÁLVAREZ

El exciclista profesional cangués Luis Pasamontes continúa muy vinculado a la actividad deportiva y también al lugar que le vio nacer, Cangas del Narcea. Dos pasiones que ha sabido conjugar en una marcha cicloturista que lleva su nombre y de la que el fin de semana pasado se celebró la quinta edición, con casi cuatro centenares de participantes inscritos. Una cita destacada en el calendario, a la que llegan deportistas de muy diversos puntos de España.

-¿Cómo se logra mantener el atractivo de una prueba como la "Pasamontes"?

-Es muy difícil porque este no es nuestro trabajo, no vivimos de la Marcha, tienes que compaginar el estar pendiente de la prueba con los quehaceres diarios. Son meses en los que hay que hacer un esfuerzo extra y poner muchas horas, pero al final merece la pena. No podemos negar que, a veces, tenemos muchos obstáculos y creemos que no podremos salir, pero nos gusta tanto y nos apetece tanto realizarla, por los comentarios de la gente que nos sigue, que la continuamos haciendo con mucho esfuerzo, sobre todo a nivel económico, donde cada vez es más difícil todo.

-La Marcha consigue publicitar Cangas del Narcea y el suroccidente de Asturias.

-Para mí es una herramienta solidaria, como todo el deporte en general, puesto que en el acto previo que realizamos recogemos alimentos para Cruz Roja, hacemos sorteos para recaudar fondos para la asociación de personas con discapacidad ACAD de Cangas y para la escuela de ciclismo, y a la vez también sirve para promocionar Cangas. Este año hemos entregado a los participantes un maillot recordatorio de Cangas, donde se ven la iglesia del Carmen y el monumento al tirador, que creemos que se puede convertir en la mejor pancarta publicitaria de la zona porque va a estar por las carreteras y los bares de toda España.

-En los últimos años han surgido distintas pruebas deportivas y todas ellas funcionan. ¿Cómo se consigue?

-Hay mucha gente de fuera que viene a participar, y en lo que me fijo es en que, cuando vamos rodando con ellos y están subiendo el puerto del Connio, por ejemplo, van alucinando, mirando a su alrededor. Es muy difícil ver lo que tenemos aquí en otros lugares. Es cierto que cuesta mucho llegar aquí, pero cuando lo hacen y descubren este paraíso, con estos paisajes que a muchos les recuerdan puertos míticos del Tour de Francia o de otras marchas, no dudan en repetir.

-¿Podrá seguir explotándose el turismo deportivo?

-Sí, sin duda. Creo que una de las cosas de las que podemos presumir es que en Cangas, afortunadamente, hay gente inquieta, los organizadores de la carrera de Moal, la de las Tierras Pésicas, la propia Marcha..., y creo que hay mucho recorrido y que aún hay mucha gente con muchas ganas de seguir fomentando el deporte. Además, tenemos un motón de escuelas deportivas y creo que esos jóvenes que se están formando, lleguen o no al campo profesional, pueden ser los futuros organizadores de otros eventos.

-¿Se sienten respaldados por las instituciones?

-Este año estamos muy contentos porque al final el Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo para colaborar y contamos con respaldos, pero nos gustaría tener que pelear menos para conseguirlos. Porque hay que ver más allá de lo que es la Marcha o cualquier cita de este tipo, no es sólo un evento deportivo, es turismo. Se consigue que la gente de Cangas con negocios pueda seguir creciendo o que personalidades del deporte hablen por todo el país de su estancia en Cangas. Todo esto, si se pone en una tabla y lo empiezas a presupuestar a nivel publicitario, no sería asumible a través de una contratación.

-Este año inauguró una escuela de ciclismo en el municipio que ya tiene 19 alumnos. ¿Qué supone este proyecto?

-Es un proyecto ilusionante, sobre todo porque me recuerda cuando comencé en el mundo de la bicicleta y en Cangas no había escuela de ciclismo y tenía que irme en autobús a Oviedo o Gijón con 14 años. Justo cuando empecé a aficionarme a la bici, mi padre falleció y no tenía a nadie que me pudiera acompañar. Pero estos obstáculos supusieron para mí darme cuenta de que me gustaba al cien por ciento. Ahora estoy muy contento de poder darles una oportunidad a otros niños, aunque no busco que de aquí salga mi sustituto, sólo pretendo que sea una escuela de personas, que entiendan el deporte como una asignatura más que les aportará experiencias y vivencias.

-Después de 14 años como deportista profesional, ¿cuesta reengancharse a una vida "normal"?

-A mí realmente no me costó demasiado, sí que lo echas de menos, pero cuando empiezas sabes que tiene una duración. Además, la competición no es un deporte, es una empresa, hay que rendir, dar resultados a la empresa, que es el equipo, el patrocinador quiere verlos y es complicado a nivel mental y físico. Hace 28 años que comencé a competir y me pasé toda una vida sobre la bici y aún sigo, porque aún me mantengo vinculado al deporte. Mi empresa está orientada a ayudar a deportistas a encontrar un camino después del deporte y a que no estén sólos en esa búsqueda. Además, soy comentarista y columnista deportivo, y la bici me la tomó ya como una afición.

-¿Tiene algún recuerdo especial de su etapa profesional?

-Me hizo mucha ilusión la primera vez que pude venir como ciclista profesional a Cangas, siempre pensé que me hubiera gustado más ganar en el Acebo que una etapa del Tour. Me gustó mucho porque toda mi vida había ido al Acebo a ver las etapas de los profesionales y poder llegar yo como uno de ellos era un sueño. Recuerdo la vez que tuve la oportunidad de ser cabeza de carrera en Vega la Piedra, a escasos tres kilómetros del Acebo, era líder virtual de la Vuelta y fue tremendo, oía las vallas y los aplausos de la gente que estaba en el Acebo cuando mencionaban mi nombre por megafonía... fue muy emocionante.

-Un peligro al que se enfrenta el ciclista es la carretera. Usted trabaja en campañas de concienciación.

-Es algo en lo que se está luchando todavía, esperemos que poco a poco nos vayamos concienciando. Creo que la base está en ir a los jóvenes, que son los futuros ciclistas y conductores. Si les empezamos a educar temprano, ellos mismos pueden incluso recriminar a sus padres cuando les vean hacer una maniobra incorrecta. Aquí tuvimos la desgracia de lo que le pasó a Rogelio Muñiz y la verdad es que salimos con un poco de miedo, pero no nos puede detener y tenemos que seguir con nuestra ilusión y pasión que es la de pedalear.

Compartir el artículo

stats