Las obras para sustituir las tuberías de la traída de agua de Luarca avanzan a buen ritmo. La empresa adjudicataria de los trabajos ha instalado cuatro de los 11 kilómetros de tubería, según los datos que maneja el concejal de Obras, Ricardo García Parrondo. "Si todo va bien, pronto diremos adiós a los problemas con el agua. Tenemos la red renovada casi ya al 50 por ciento", indicó.

La rotura de la tubería el pasado viernes en un tramo que pasa por el río Negro dejó a Luarca y su entorno sin agua potable. El gobierno ordenó activar el bombeo alternativo de Fornes. Esta solución no es la óptima, ya que, si bien no se corta el suministro, el agua que sale del grifo no se puede consumir.

El proyecto denominado "Segregado número 1 de la ETAP y depósito de Fontoria y renovación de la conducción de Paladeperre" supone una inversión de 5.565.751,55 euros y, según lo estimado por el gobierno local, en lo que se refiere a la instalación de tuberías está ejecutado casi al 50 por ciento. El plazo de ejecución es de 34 meses. Si no fallan las previsiones, a finales de 2017 Luarca tendrá traída nueva.

La fecha estimada de finalización de obras no es nueva. La consejera de Fomento, Belén Fernández, visitó Luarca en diciembre de 2014 para presentar la esperada y millonaria obra. En la presentación, se detallaron los plazos de obra y el proyecto, que tiene como objetivo principal retirar las tuberías de la traída por ser de fibrocemento, muy antiguas y con un diámetro menor del que necesitan para abastecer a la población de Luarca y su entorno. Con la nueva traída, el agua ganará en salubridad (aunque no toca el fibrocemento, hoy no se permite utilizar este material por considerarse tóxico) y en presión. Además, la nueva red será más resistente a riadas y sequías.

Las tuberías que dejan más roturas y, por tanto, a las que se deben más cortes de suministro y restricciones en el uso del agua que sale del grifo se localizan en los tramos que se encuentran en el río Negro. Hay ocho pasos de difícil acceso. Parte de ellos fueron renovados en 2013 gracias a una inversión del Principado de 150.000 euros. Con este montante, se mejoraron tres cruces de la red, los que se consideraba que estaban en peor estado. Pese a ello, roturas como la registrada la semana pasada evidencian la poca resistencia de la red y las dificultades de la empresa encargada del mantenimiento para acceder a algunos tramos cuando crece el caudal del río o hay mucho material acumulado en una zona.

Las obras de la red modifican pocos puntos del trazado para reducir el impacto en la vegetación del río Negro. La mayor parte de las conducciones siguen el trazado de la antigua red, que, según el gobierno local, tiene 34 años.

Los operarios trabajan estos días cerca del pueblo de Barceda, según indicó el concejal de Obras. Allí es posible ver el material de obra utilizado para cambiar las tuberías. La concesionaria ha sustituido las tuberías que unían La Capitana para llegar a Paladeperre.