Su día a día es una continua lucha por los animales a los que da cobijo. Alimento, refugio, un hogar. Es lo que procura Ángela Carrubba a las mascotas que acaban en sus manos, muchas veces después de un cruel episodio de abandono. La presidenta de la asociación protectora "Occidente Astur" aboga por crear un albergue que dé servicio a toda la comarca, en la que, advierte, no se está cumpliendo la ley.
- Hace poco han celebrado la primera carrera solidaria con perros. ¿Cómo ha ido?
-La carrera estuvo bastante bien. La gente que corrió, además de dinero nos donó pienso y juguetes. Para ser la primera vez que se realizaba, el resultado fue bueno. Esperamos poder mantenerla y organizarla con más tiempo en los próximos años.
- ¿En qué estado se encuentra la protectora?
-En estos momentos, tenemos muchos perros de tamaño grande, que son los que más cuesta que salgan. Los pequeños se entregan con mucha más facilidad. Los grandes, mucho peor. Tenemos unos veinte perros. Ahora mismo no tenemos gatos porque no disponemos instalaciones para ellos. Tampoco contamos con las suficientes casas de acogida, que es una de las necesidades más importantes para nosotros: gente que cuide al perro temporalmente, aunque sea unos pocos días.
- ¿Qué balance realiza del pasado año?
-El 2016 fue uno de los años más llevaderos para la protectora. No hubo tantos abandonos como sucedía años atrás, pero aún así siguen siendo muchos. Recogimos unos cien animales, y en adopción dimos 63 perros, además de varios gatos y conejos.
- ¿Es una tendencia esa reducción en los abandonos?
-Es algo que va por temporadas. En 2016 notamos que hubo menos; pero, sin embargo, en lo que llevamos de 2017 hemos visto que se ha vuelto a incrementar. Preveemos que será un año difícil en este sentido.
- ¿Cuál es la época en la que más se abandona?
-La primavera es cuando más animales recogemos. Puede ser porque los regalos de Reyes ya empezaron a crecer; o, si es en previsión a la llegada del verano, porque mucha gente no lo abanona justo antes de irse de vacaciones, sino con antelación. Desde el comienzo de nuestro trabajo aquí, los peores meses siempre han sido los de la primavera.
- ¿Cómo se explica que siga repitiéndose esta práctica?
-Además del abandono como tal, hay muchos propietarios que no están aplicando la norma, y no ponen el chip a sus mascotas. Esto provoca que, si el animal se escapa, por miedo a denuncias, no lo reclaman. Es una parte muy importante de los que recogemos.
- En cuanto a instalaciones, ¿cómo se encuentran?
-Disponemos del depósito municipal del Ayuntamiento de Navia, y nada más. Es muy escaso. Lo ideal, lo que deberían hacer, es unirse los municipios del Occidente, y entre todos construir un albergue, que dé servicio a toda la comarca o, por lo menos, parte de ella. Se debería implicar, además, el Principado.
- ¿Y con respecto a la normativa?
-La normativa la está incumpliendo la gran mayoría de los ayuntamientos. Sólo cuenta con depósito Navia y, en proyecto, Valdés. Por ley están obligados a tener una instalación de este tipo, en la que el perro esté al menos siete días, y después de ese período, cederlo o darlo en adopción. Hemos reclamado este punto, pero siempre dan largas, sobre todo con el dinero. No lo entendemos, si se trata de una obligación deberían cumplirla. Es más fácil dejar al animal suelto porque saben que alguien acabará recogiéndolo.
- ¿Ve la sociedad más comprometida con este problema?
-Creo que sí, que cada día la gente toma conciencia de cuidar y dar un buen trato a los animales, y de no abandonarlos. También en lo referente a la esterilización. Aún así, queda mucho por hacer.
- ¿Se compra o se adopta?
-Está aumentando el número de adopciones, pero son muchos los que se venden. Estamos en contra de la cría como colectivo. Si alguien quiere darse el capricho de tener un perro de raza, debe asegurarse bien de dónde lo está comprando, asegurarse quienes son los padres, dónde están y en qué condiciones. Muchos animales que se venden en tiendas llegan de países del Este, donde se dan el maltrato y las malas condiciones. Conocemos mucha gente que compró cachorros de raza y que han tenido problemas.
