Ángel López Fernández tuvo un accidente de tráfico con 19 años y entonces se vio obligado a decidir: o vivía quejándose o se adaptaba a la nueva realidad. Este deportista parapléjico de Tapia contó a los alumnos del colegio Padre Galo de Luarca que se decantó por el segundo camino.

Pese a la dureza de su historia, luchó para poder superarse y seguir con la vida que le gustaba tener en una silla de ruedas. Hoy en día practica triatlón, tiene adaptada toda su casa para poder moverse con más facilidad y también cuenta con un vehículo "especial" para desplazarse y disfrutar de sus pasiones deportivas pese a su limitación física. "Es una lección", dijo el profesor coordinador de esta jornadas culturales que culminaron el jueves, Marcos Sánchez.

Los alumnos atendieron atentamente a las explicaciones de Ángel López y disfrutaron especialmente con los aparatos del deportista parapléjico, que desplazó a este centro luarqués parte de su material deportivo y de vida cotidiana. En su visita, mencionó la ayuda de su pareja, Elena Varela, que es terapeuta y una de sus ayudas para alcanzar día a día sus objetivos.

El grupo de profesores que impulsó este semana cultural dedicada al deporte trató de demostrar a los alumnos la importancia de practicar deporte y de esforzarse. El coordinador, Marcos Sánchez, promovió varias actividades entre las que destacaron el día del deporte en la calle, un encuentro con deportistas que practican surf extremo y la cita con Ángel Fernández. "Es una forma de acercar a los alumnos al deporte y la vida sana y también a las limitaciones", indicó.