"Reiventemos juntos una escuela para todos" fue el lema elegido por la ONCE para la trigésima cuarta edición de su concurso escolar, una iniciativa que busca contribuir a la construcción de una sociedad "más justa e igualitaria". En Asturias participaron 49 colegios y resultaron vencedores de la fase autonómica, junto al ovetense Buenavista II, dos centros de la comarca occidental: el Príncipe de Asturias, de Tapia, y el Carlos Bousoño, de Boal. Este triunfo les permitió pasar a la fase nacional y esta semana está previsto que se desvelen los ganadores absolutos del certamen.
Los alumnos de quinto de Primaria del Príncipe de Asturias (vencieron en la categoría B, para quinto y sexto de Primaria, donde se les pidió hacer un cartel publicitario para reivindicar una escuela inclusiva) sueñan un mundo mejor a base de una sociedad más justa y de una escuela inclusiva. Así lo han reflejado en su original cartel, cuya principal peculiaridad es que todos los dibujos están hechos con siluetas de sus manos y cargados de simbolismo.
Cuenta la tutora, Edita Rodríguez, que, una vez que trabajaron el asunto y tuvieron claro cuáles son los pilares de la escuela inclusiva, se pusieron manos a la obra divididos en cinco grupos. El primer grupo representó los diferentes ritmos de aprendizaje; el segundo, la igualdad de género; el tercero, la diversidad, y el cuarto, los distintos talentos. Al quinto grupo le tocó pintar un círculo de color en el que convergen todas las ideas para ese mundo mejor.
Los alumnos reconocen que lo pasaron bien con el reto y también tienen claras las conclusiones: "Que hay que respetar a todo el mundo por distinto que sea", resume Sira Muñoz. La tutora del grupo reconoce que, aunque hay avances, es un tema que hay que seguir trabajando en el día a día del aula. En este sentido, considera importante fomentar el trabajo en grupo, siempre variando los integrantes y, por eso, aplaude el concurso de la ONCE porque propone un reto grupal. "Es un concurso muy bien planteado y lo que más me gusta es que proponen un trabajo en grupo, que, al menos, no crea competitividad dentro del aula", apunta.
En Boal ya tienen experiencia a la hora de participar y vencer en el concurso de la entidad social. De hecho, cuentan con cinco premios regionales, y alguno nacional, en este concurso anual. En la presente edición, la victoria se la han trabajado los escolares de tercer curso de Secundaria, en la categoría C, para la ESO y Fornación Profesional.
Los diez alumnos de la clase tenían como misión hacer de la palabra "inclusión" el tema central de su trabajo. Así, decidieron reinventar no toda una escuela, pero sí su clase, de forma literal: "Lo que hicieron fue pintar su clase, las paredes, y en uno de los fondos dibujaron un mural. El vídeo que resultó fue un resumen del proceso de este trabajo en el aula", explica la profesora de Plástica, Gema Fernández.
Además, utilizaron piezas del popular juego del "tetris". "Es una forma muy clara de resaltar que cada uno tiene sus diferencias, pero que al final todos encajan en un mismo lugar", refiere la docente. Otra particularidad es que, a la hora de pintar, se buscaron referencias de artistas clásicos y modernos, pero todos con ese mismo mensaje unificador.
En el Carlos Bousoño boalés están "encantados" de poder contribuir a este concurso, del que, dicen, "impulsa muy buenos valores, y encaja muy bien en la asignatura de Plástica". "Por ello no dejamos de lado la materia, incluimos el trabajo para el concurso en ella, es una ventaja", apunta Fernández. "Es un premio especial y los chavales lo recibieron con mucha ilusión", destaca la docente, que también alaba la capacidad de la escuela rural para apostar por este tipo de proyectos cooperativos.