"Hija, tú di que me ha dado una embolia, no que he tomado pastillas". Estas palabras en una nota de despedida de una madre a su hija antes de quitarse la vida dicen mucho de lo estigmatizado que está el suicidio, una muerte cada vez más cotidiana y que constituye, según los expertos, un problema que la sociedad debe de afrontar cuanto antes. "Es la principal causa de muerte no natural, y Asturias y Galicia están a la cabeza en las estadísticas. Se habla muy tímidamente del suicidio y hay pocos planes de prevención", señala Angélica Rodríguez, experta en psicología de emergencias y coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (Gipec).

Rodríguez participó ayer en la II Jornada Formativa de Atención psicológica en duelo, organizada en suelo naviego por Funerarias del Occidente, para impartir la ponencia "Duelo en suicidios". Asegura esta experta que es fundamental dar "visibilidad" al suicidio, pues sigue siendo "un tema muy tabú", y también trabajar en materia de prevención: "El suicida en realidad no quiere morirse, y si encuentra una mínima ayuda no lo llega a materializar".

Tras un suicidio queda una familia herida con una gran sensación de culpa y, por eso, añade Rodríguez, "lo principal es hablar". Coincide con ella la psicóloga Laura López, que señala que el sentimiento de culpa en estos casos es "muy acentuado".

López, que colabora desde 2015 con Funerarias Occidente para ofrecer un servicio de atención psicológica en duelo, asegura que hay que vencer las resistencias de una parte de la población que continúa viendo la ayuda psicológica como algo patológico. "No se considera algo de primera demanda. Cuando se produce una muerte la gente piensa en cómo organizar el funeral y no tanto en cómo se siente y qué puede hacer para estar mejor", apunta. Otra de las profesionales del grupo Gipec, Viveca Santa Catalina, abunda en la misma idea: "No hay que estar loco para ir al psicólogo. Todo el mundo pasa por momentos difíciles o presencia situaciones traumáticas, y el psicólogo te ayuda a afrontarlo y te enseña cosas que te pueden ayudar en el futuro", expone.

Más psicólogos

A este respecto, explica que es necesario que los psicólogos estén más presentes en los servicios públicos y privados para que la intervención en duelo llegue a más gente. "Existen intervenciones muy eficaces, pero el psicólogo sigue en su despacho y es necesario que haya más psicólogos en la sanidad o dentro de los cuerpos de seguridad", reclama.

Sobre cómo comunicar un fallecimiento, dice Santa Catalina que no hay "una receta mágica porque la noticia siempre va a sonar mal". Por su parte, Laura López incide en que más allá de las palabras exactas es fundamental el "acompañamiento". "Te pueden comunicar que ha fallecido una persona de tu familia, pero si te dejan solo en mitad de un pasillo el impacto es mayor y lo vives como un desamparo", apunta.

En este sentido, el gerente de Funerarias del Occidente, Daniel Iglesias, que por su trabajo en la funeraria está muy cerca de las personas que acaban de perder a un ser querido, añade que "solo el estar ahí ya reconforta".

Funerarias del Occidente decidió abrir la jornada a diferentes colectivos relacionados con el fallecimiento y reunió en La Colorada a alrededor de un centenar de personas. Entre ellos, estuvo el nuevo responsable de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres. Dijo estar encantado de que su primer acto público como presidente fuera en el Occidente y se mostró dispuesto a trabajar para dar atención a las alas de Asturias. "No hay que olvidar el potencial del mundo rural", expresó.