El vecindario de la calle Ribadeo de Luarca, en el entorno de La Capitana, está sobrecogido por un nuevo episodio relacionado con el envenenamiento y el maltrato animal. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil investiga a una mujer, vecina de la villa por presuntamente colocar una cebo de carne con alfileres en el acceso a este barrio luarqués.

Fue un vecino de la zona el que dio la voz de alarma. La Guardia Civil logró dar con el trozo de carne y también con la bolsa donde se identificaba el lugar, hora y fecha de compra del alimento. Gracias a las investigaciones realizadas por los agentes, se pudo constatar que la persona que compró la carne adquirió el mismo día alfileres con cabezal de colores en otra tienda de la villa. La Guardia Civil tomó declaración a la principal sospechosa, en presencia de su abogado, por un delito de maltrato animal en grado de tentativa. El caso ha quedado en manos del Juzgado de Instrucción de Luarca.

En esta barrio luarqués, los vecinos consultados prefieren guardar el anonimato, pero no ocultan su temor en manifestar que están preocupados. "Esta es una zona de paseo y no sólo para perros o animales domésticos, también por niños", señala una paseante a LA NUEVA ESPAÑA. Un vecino del mismo barrio añade que entre los habitantes de esta zona de las afueras de Luarca existe "preocupación" y "alarma". "Los que tienen mascotas no quieren ni pensar en el sufrimiento del animal en caso de tragar este trozo de carne con alfileres", señala.

No es a primera vez que el vecindario tiene que dar la voz de alarma. En 2014, el Principado desplazó a la Unidad Canina de Detección de Venenos. Pese al interés, no se pudo llegar a ninguna conclusión. Otras fuentes apuntan que, al margen de este caso particular, lo habitual es que aparezcan gatos callejeros envenenados, lo que hace sospechar que los casos relacionados con potenciales delitos de maltrato animal y contra la salud pública no son aislados en esta zona de Luarca.

Los consultados sí dan la bienvenida a la Guardia Civil, a quien piden más tareas de vigilancia y prevención.