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Luarca, de "barcu" a "boat"

"Los alumnos se involucran y escuchan", dicen los docentes del Ramón Muñoz sobre la maqueta con la que enseñan llingua e inglés

Un detalle de la maqueta, con un barco y un astronauta. A. M. SERRANO

Que hay otra forma de enseñar más entretenida y alejada de los libros de texto lo saben muy bien los profesores del colegio público Ramón Muñoz de Luarca José Luis Avanzas y Carmen Rodríguez. Ambos, docente de inglés él y de llingua ella, se han aliado para hacer de la clase un lugar donde "aprender jugando". Allí construyen, pintan y recortan y, de paso, aprenden los idiomas gracias a un diorama que recrea la capital de Valdés, Luarca.

La propuesta de hacer la maqueta surgió en el tercer trimestre del curso, "y esta es la pena que tenemos porque se trabaja muy bien con ella; los alumnos escuchan, se entretienen y aprenden con más facilidad", señala Carmen Rodríguez.

Los 18 estudiantes de entre siete y ocho años protagonistas de esta propuesta están "encantados". Dice José Luis Avanzas que gracias a esta recreación de la villa de Luarca aprenden más vocabulario de inglés y de llingua, y también cómo relacionarse. En el diorama hay fuentes, calles, cada alumno tiene su casa, se puede ver una granja o una playa... "Son todo aportaciones de los alumnos; les dejamos que se expresen. Ellos han traído la mayor parte del material y las familias se han involucrado mucho", añade Avanzas. El resultado: clases más amenas y conceptos que se afianzan.

La alumna Nerea Pérez aprendió a pronunciar bien 'caracol' en asturiano: "cascoxu". El niño Luis Cernuda asegura que de este proyecto "multilingüístico" le gustó "todo" y su compañero Leo Pérez añade que fue "divertido" diseñar la playa con la arena que él y sus amigos de clase trasladaron desde el arenero del patio a clase. "Al final, no nos desvinculamos de la hoja de ruta académica, pero planteamos otra forma de enseñar que ha funcionado muy bien", añade Carmen Rodríguez. Cerca de las figuras están las palabras en los dos idiomas objeto de estudio, ya convenientemente plastificadas. Los alumnos las cogen a su antojo y van señalando qué es cada cosa y cómo se dice en inglés y asturiano. La maqueta, por tener, tiene hasta un astronauta.

El proyecto es tan exitoso que algunos profesores de otras materiales se han lanzado. En el vestíbulo del colegio ya hay una secuencia de la historia de la humanidad, y para el próximo curso, si los dos profesores interinos repiten en el centro luarqués, el diorama "se ampliará".

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