Seis bocas de riego y tres armarios para guardar 50 metros de manguera en cada uno de ellos es la obra que han llevado a cabo y costeado los vecinos de Fonteta, en el valle del Valledor de Allande, para intentar protegerse de los recurrentes incendios que prácticamente cada año se aproximan a sus casas.

La iniciativa, pionera en la comarca del Suroccidente, surgió en el pueblo hace varios años, pero no fue hasta pasados los incendios del mes de octubre cuando decidieron ponerla en marcha, a pesar de no contar con ningún apoyo económico por parte de las Administraciones.

"Hay muchos incendios alrededor del pueblo y lo que queríamos era poder defenderlo hasta la llegada de los bomberos", explica Ángel Abad, presidente de la Junta Vecinal de Fonteta, ente que recaudó entre los vecinos los 7.000 euros necesarios para llevar a cabo la obra.

Para completarla, los de Fonteta reclaman la instalación de un depósito de agua de gran capacidad que en caso de incendio en la zona sirva también para proveer de agua a los bomberos. Mientras tanto, sus bocas de riego están conectadas a sus depósitos particulares.

Para aprender a manejar el equipo, ayer la localidad recibió la visita de bomberos y el gerente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, Eugenio García, que valoraron la obra. "Lo que hicisteis tiene mucha importancia porque puede reducir la atención de los bomberos en caso de un incendio urbano a 15 minutos, ya que tenemos la posibilidad de enviar una tripulación en helicóptero y que utilicen estos medios", les explicó el jefe de zona de bomberos, Benjamín García, encargado de explicarles en una charla las medidas de protección que deben tomar ante un fuego tanto urbano como forestal.

Eugenio García insistió en la necesidad de las poblaciones de autoprotegerse. "Cuando hay una catástrofe los medios habituales para hacerle frente son insuficientes, por ello esta iniciativa de los vecinos es muy loable", subrayó.

El encuentro finalizó con una demostración práctica del funcionamiento de las bocas de riego y de colocación y sujeción de las mangueras, así como del uso de un extintor, en la que los vecinos pudieron participar.