Los peatones serán los que manden a partir de ahora en el paseo del Muelle de Luarca, donde se ha instalado por primera vez un radar de control de velocidad. De este modo, los vehículos que circulen por la travesía que comunica la carretera del faro con La Llera no podrán circular a más de 30 kilómetros por hora. De superar el límite, los conductores se exponen sin riesgo de sanción.
"Es una medida informativa; solo tratamos de concienciar al ciudadano", asegura el concejal de Obras, Ricardo García Parrondo, quien niega afán recaudatorio y pide colaboración. El radar tiene por tanto "solo carácter informativo", pese a que mide la velocidad de cada vehículo. Ello no impide que la policía local actué si lo considera necesario. "Es una zona turística y es necesario que se cumplan las normas, sin más", añade García Parrondo.
En esta travesía se concentran varios bares y restaurantes de la capital valdesana. También es uno de los rincones más visitados por las foráneos por sus vistas al muelle, donde atracan los barcos pesqueros y deportivos; y por ser zona de paso para aquellos que se dirigen a la senda peatonal del faro.
La medida completa las llevadas a cabo durante este mandato político por el gobierno de Valdés para lograr un centro de capital de concejo más peatonal. El ejecutivo dirigido por el socialista Simón Guardado prohibió a finales de 2016 el acceso al paseo del Muelle desde la Llera en sentido Villar. Solo están autorizados a circular por este tramo, en sentido Villar, algunos servicios de puertos y de la Cofradía de Pescadores y vehículos de emergencias.
El paseo del Muelle luarqués sí absorbe todo el tráfico que se dirige desde Villar a Luarca. Pese a que se anunciaron controles de velocidad para evitar que se circulara a más de 30 kilómetros por hora, esta medida no resultó la más operativa.
Dar prioridad al peatón es uno de los grandes objetivos de los gobiernos socialistas de Valdés. Además de hacer de sentido único la carretera del faro, el ejecutivo actual también eliminó el acceso a la calle aledaña a la plaza de Alfonso X El Sabio (antes parada de taxis) tras la reforma de este céntrico rincón de Luarca.
Lo que no cuajó fue el intento del gobierno socialista de Juan Fernández Pereiro de hacer peatonal la plaza de la Feria. En este caso, el comercio se opuso a la medida porque anulaba todos los aparcamientos.
