El investigador veigueño José Fernández Mesa, más conocido por Pepe, explicó ayer a los estudiantes del instituto Elisa y Luis Villamil la historia e importancia del mazo Meredo, al tiempo que reivindicó la necesidad urgente de prestarle atención y cuidados: "Está en seria situación de inactividad y abandono".

La charla, que formó parte de la programación del décimo Foro Comunicación y Escuela, planteó a los alumnos un viaje a la historia preindustrial del concejo y trató de generarles curiosidad por el rico legado de los antepasados. "Hay que concienciar sobre la necesidad de preservar el patrimonio y reconocer el valor, esfuerzo y trabajo de nuestros antepasados para sobrevivir sin otros medios que su ingenio", añadió Mesa, que lleva alrededor de cuarenta años dedicado a recopilar e investigar la historia local.

El mazo de Meredo supera los trescientos años de historia ya que se levantó en 1714, sin embargo solo se conserva la historia más reciente, desde la reconstrucción que sufrió en 1943, una época en la que contaba con 12 trabajadores y 39 fraguas asociadas. Fernández Mesa recordó que estuvo operativo hasta 1965 y que su última obra de restauración se remonta a 2010, tras los daños registrados por una fuerte riada.

Actualmente el Ayuntamiento de Vegadeo tiene en vigor un convenio con los propietarios del mazo que expira en septiembre de 2019 y Mesa confía en que fructifique la negociación con los herederos para que el mazo pueda pasar a manos públicas. Es la manera, argumenta, de que el consistorio veigueño pueda acometer las mejoras necesarias de cara a su aprovechamiento turístico: "Hay gente interesada en gestionarlo".

Mesa no solo habló a los estudiantes del mazo, sino de toda la actividad ligada al trabajo del hierro, con especial mención a la mina de Montealegre, la principal del concejo y que estuvo en explotación hasta mediados del siglo pasado.