Decenas de vecinos del concejo de Castropol están a punto de disponer de su primera dirección postal. Será gracias al proyecto de actualización del callejero en el que el consistorio lleva meses inmerso y que espera tener listo a finales de año.
En las villas de Castropol y Figueras apenas habrá novedades, pero sí en los núcleos de la zona rural, donde la mayoría del vecindario carece de dirección.
"Por poner un ejemplo, en Barres todos los vecinos tienen ahora la misma dirección (Barres, sin número) y, gracias a este trabajo, van a pasar a tener una calle y un número concretos", explica el alcalde de Castropol, José Ángel Pérez.
El gobierno local está realizando una ronda de reuniones por todas las parroquias para explicar el trabajo y también la forma de numeración propuesta, así como para recabar sus aportaciones para nombrar las calles.
Explica Pérez que han optado por numerar siguiendo el criterio americano, es decir que cada vivienda se numera en función de la distancia que tiene hasta el inicio de la calle. "A los vecinos les costó entenderlo porque les parecía raro que una casa llevara, por ejemplo, el número 128 y la siguiente fuera la 139, pero les explicamos que es el sistema más cómodo", apunta. Una numeración correlativa, añade, provocaría la rápida pérdida de vigencia del callejero, especialmente en aquellos lugares que cuentan con muchas parcelas edificables.
En general, los cambios están siendo bien recibidos por los vecinos, que consideran las direcciones fundamentales, especialmente a la hora de recibir correo. "Con los repartidores es un caos, se vuelven locos para llegar a casa", explica una vecina afectada.
La topógrafa encargada para este cometido está ultimando el trabajo y el gobierno municipal confía en rematar los trámites locales antes de fin de año, incluida la aprobación plenaria. Después el documento pasará a otras instancias, ya que exige diferentes modificaciones, caso del padrón.
