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Occidente al día

Marino Suárez, poeta mundial

El naviego, único asturiano participante en el Festival Internacional - de Poesía de Madrid, donde sorprendió con su visión sobre los ríos

Marino Suárez, con el reconocimiento de participación en el festival poético. G. GARCÍA

Marino Suárez, luarqués de nacimiento y naviego de adopción, fue el único autor asturiano que participó en cuarto Festival Internacional de Poesía de Madrid, que se celebró a finales de octubre en distintas sedes repartidas por la capital del país. Entre autores llegados de lugares tan dispares como Irak, Cuba, Panamá, Colombia y Túnez, Suárez sorprendió por su manera de entender la poesía, y por su visión sobre la temática elegida como central en esta edición: los ríos.

La poesía es, para Suárez, ya retirado, una afición. Empezó a cultivarla hace unos treinta años, pero es desde hace unos pocos cuando se ha atrevido a mostrar sus creaciones y a presentarlas en público. Fue seleccionado entre una gran cantidad de aspirantes para participar en el evento madrileño, que, asegura, fue "una experiencia grandiosa y extraordinaria, un sueño hecho realidad".

Marino Suárez presentó un soneto (el único que se ajustó a esta métrica) en el que dejó patente su visión sobre los ríos: "El agua es universal, y los ríos no tienen ni nombre, ni fronteras, ni nacionalidades", dice. Otros autores participantes se interesaron por su trabajo y su desempeño, algo que para Suárez resulta halagador: "Era como estar entre dioses de la poesía", apunta.

El evento se repartió por varias sedes, como facultades de la Universidad Complutense, la Casa de América, la Casa Árabe, librerías y bibliotecas. Hubo recitales, lecturas, charlas y conferencias, en lo que resultaron días "muy enriquecedores" para el único asturiano protagonista.

El autor explica que escribe "según tenga el humor cada día", aunque tiende a la desazón. "Posiblemente mis poemas sean tristes porque hablo de las miserias del mundo; pero son realidades, no son sueños ni imaginaciones", defiende. A pesar de sufrir párkinson, se maneja con la pluma, y defiende la necesidad de seguir trabajando por la poesía: "Estoy muy comprometido con las necesidades, una persona solidaria en todos los sentidos, y me da verdadera pena y me emociono viendo cosas que no tienen nombre", afirma.

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