La fábrica Danone de Salas, que emplea en la actualidad a 80 personas, tiene salud y futuro. Lo dijo ayer el director de planta, Severino Villanueva, durante una excepcional jornada de puertas abiertas que el grupo empresarial organizó con motivo de su centenario. Villanueva destacó que la planta salense de producción de quesos y postres sobrevive y está consolidada "pese a que el mercado (de productos lácteos) no crece". Al margen de esta "no tan buena" coyuntura del sector, "Danone siempre fue por delante en la búsqueda de nuevos productos y tiene unos estándares de calidad excepcional porque hacemos las cosas por vocación".

Para explicar qué ocurre con el mercado lácteo el director de la planta salense se detuvo en las nuevas costumbres de desayunar y merendar, "sin cuchara y más cómodamente" y, también, con más prisa. "En general, se prefieren otro tipo de productos, pero el lácteo aporta nutrientes que no se pueden negar", subrayó. "Además -añadió- nuestro producto estrella (el 'Danonino') no es grasiento como se cree: un vasito tiene menos grasa que un vaso de leche entera", dijo.

La jornada de puertas abiertas congregó a centenares de personas que pudieron comprobar el funcionamiento de una fábrica que cumplió en Salas 38 años de actividad.

Fue Ricardo Fuster la persona que halló en los años ochenta en las afueras de la capital salense un lugar "estratégico" para, primero, recoger leche, y, más tarde, hacer productos lácteos dirigidos especialmente a los niños "cuando en España había más natalidad". Según Severino Villanueva, el mentor de la fábrica de Salas encontró en este concejo de la zona rural de Asturias a "buena gente". "Aquí hay calidad humana", señaló Villanueva. De hecho, ayer también celebraron una década sin accidentes laborales que es posible, asegura, por el compromiso de los trabajadores. El director de Prevención, Ramón Díaz, destacó a este respecto que el nulo índice de accidentes en diez años se debe "a la responsabilidad de la plantilla" y "a la protección de unos sobre otros".

Durante la jornada se profundizó en la idea de que "Danone es un negocio, pero también una firma responsable con la sociedad que le rodea". Los asistentes también conocieron un poco más de la filosofía de la firma, que nació de la mano de Isaac Carasso, un hombre que quiso mejorar la salud de su hijo, enfermo, con la receta del yogur de los Balcanes. El producto se vendió en farmacias hasta los años cincuenta. A partir de entonces, se dirigió a otros canales de distribución. "Damos salud a través de la alimentación y tenemos compromiso con la calidad", detalló en otro momento el director de la planta, quien pidió al consumidor más reflexión: "Cada vez que consumimos algo decidimos cómo queremos que sea el futuro". Durante la mañana, los asistentes se hicieron una foto de familia bajo grandes pancartas con lemas de la empresa. Más tarde, disfrutaron de un almuerzo con cargo a la empresa en el aparcamiento de la fábrica, libre de vehículos por un día.