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"Pedimos una buena carretera, es un peligro", claman en el interior de Valdés

Los vecinos logran un variopinto apoyo político a la manifestación para que se arregle la vía de Villayón: "No invita a venir ni a quedarse a vivir"

Asistentes a la manifestación, ayer, en Belén. T. CASCUDO

Noelia Fernández y Herminio Gamonal tienen 25 y 32 años, respectivamente, viven en la localidad valdesana de Siñeriz y allí sueñan con crear una familia. Ella es maestra y él, ganadero y ambos se sienten orgullosos de residir en un pueblo, pero piden unos servicios mínimos que les permitan vivir con dignidad y que animen a otros jóvenes como ellos a asentarse en el medio rural. Ayer no faltaron a la manifestación convocada en Belén para urgir el arreglo de la carretera AS-36, que une Villayón y Valdés y es fundamental para un buen puñado de pueblos como Siñeriz.

"Ya no pedimos fibra óptica, pero sí un buen servicio de carretera. Lo primero es poder salir de casa con seguridad y no estar pensando cada mañana a ver con qué te vas a encontrar", indica Noelia Fernández, que se ve obligada a usar a diario la vía para ir a su puesto de trabajo. "Tanto que nos venden de la zona rural, pues nosotros queremos fijar población aquí, pero los políticos dicen mucho y hacen poco. La administración solo puso parches en esta carretera y es hora de que hagan algo", lamenta Gamonal, al frente de una de las muchas ganaderías de esta zona.

Y es que, desde Belén bajan a diario a la costa unas 24 toneladas de leche, por una carretera muy estrecha y repleta de curvas. Lo sabe bien el lechero de la localidad, Ricar López: "Conducir por esta carretera es muy jodido, porque tienes una tensión continua". Tal es así que el tramo de 18 kilómetros entre Belén y Luarca le lleva una hora de reloj. "Tengo que parar cada vez que viene un coche y maniobrar", explica mientras reivindica la unión vecinal para apoyar una obra que es por el bien de todos.

"La carretera no invita a venir, ni a quedarse a vivir. Es un peligro y todo el mundo ha tenido sustos, graves, pocos, pero por la prudencia y pericia de la gente", lamenta Johana Santiago, concejala popular en Valdés, natural de Siñeriz y una de las personas al frente de la plataforma vecinal "AS-36, por una carretera digna". El colectivo considera que una de las obras que más urgen es la variante entre Paladeperre y Belén, que "está guardada en el cajón" desde 2015. Desde esa fecha apenas ha habido mejoras en la vía como recuerda la alcaldesa de Villayón, Estefanía González: "Está abandonada".

A la concentración de ayer acudieron los diputados Álvaro Queipo (PP), Sergio García (Ciudadanos), Daniel Ripa (Podemos) y Adrián Pumares (Foro). Los cuatro reconocieron que la reparación de esta vía es una "reivindicación justa e imprescindible" y se mostraron dispuestos a trabajar juntos para presionar al gobierno del Principado y que acabe con el "abandono intolerable" de una vía fundamental para Valdés y Villayón. "Que cuatro grupos estemos de acuerdo en algo no es sencillo", defendió Sergio García, indicando que los cuatro políticos presentes ayer representan a veintiuno de los cuarenta y cinco diputados que integran la Junta General.

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