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Gerente del Hospital Comarcal de Jarrio, cabecera del Noroccidente

Bárbara González, gerente del hospital de Jarrio: “El brote de Jarrio está controlado, la gente puede venir con total confianza”

“Me disgusta que haya fallecido gente tras un contagio en el hospital, comprendo el dolor de la familia, pero es algo posible en una pandemia”

Bárbara González. T. Cascudo

El Hospital Comarcal de Jarrio, centro de cabecera para los diecisiete concejos del Noroccidente, está estos días en boca de todos. Por un lado, a propósito del movimiento vecinal “Todos somos Jarrio”, que promueve para este domingo una gran movilización automovilística para reclamar la cobertura de todos los servicios del centro. Por otro, por el brote de covid-19 registrado a finales de enero y que ha provocado un total de 25 positivos. La gerente, la doctora Bárbara González de Cangas, lanza un mensaje de tranquilidad: da por controlado el brote y explica que la plantilla se ha reforzado en los últimos dos meses.

–Empecemos por el brote. ¿Cómo está la cosa?

–La situación está controlada. El brote empezó a finales de enero en la planta de las especialidades quirúrgicas y salieron nueve pacientes positivos. Hace veinte días que no hay más casos ahí. Unos días después se detectó algún positivo en la planta de especialidades médicas uno, en la conocida como de Medicina Interna. Es la planta donde se esperan los positivos porque ahí están las camas de aislamiento de los pacientes pre-covid, pero es verdad que salieron positivos en otras habitaciones. En esa unidad acabaron apareciendo cinco positivos. En ambas zonas hubo once profesionales afectados.

Habla de situación controlada, pero el último caso en Medicina Interna fue el viernes.–

–Eso es normal y esperable porque estamos con una medida de control que consiste en hacer a todos los pacientes una PCR al alta y otra a los diez días del alta. Que pueda salir un caso esporádico lo entendemos como normal. Nadie niega que haya habido un brote, pero está controlado. Además, seguimos con los cribados periódicos y la semana que viene toca el de los profesionales de primera línea, que ya están al cien por ciento vacunados. La semana que viene se dará la segunda dosis a los de segunda línea.

–Varios de los contagiados en el hospital acabaron falleciendo, como desvelaron sus familias.

–Entiendo y comprendo el dolor de las familias. Estamos en una pandemia, está muriendo mucha gente y es una situación desgraciada para todos. Me disgusta que haya fallecido gente tras un contagio en el hospital, pero es algo que entra dentro de lo posible en medio de una situación de pandemia y de elevada incidencia como la que se vivió en aquellas semanas. A fecha de ayer (por el martes) nos constan dos fallecidos en relación con este brote. En todos los hospitales de Asturias ha habido brotes. En este momento tenemos impuestas unas medidas de visitas a los pacientes bastante más restrictivas de las que dictó la gerencia del Sespa.

–Fuentes sanitarias sugerían una limpieza más a fondo de las áreas afectadas...

–La empresa de limpieza del hospital está perfectamente cualificada para hacer su trabajo y sabe en qué momentos hay que intensificar la limpieza y cómo hay que actuar en las habitaciones con una sospecha de covid.

–Otra de las quejas internas es la de falta de información.

–Es incomprensible. A lo largo de este año, el equipo directivo de este hospital no ha podido esforzarse más en tener al día de la información a todos los profesionales del área sanitaria. Lo que no puedes es informar uno por uno.

–¿Qué le diría a la gente que tiene miedo a acudir a una consulta por el brote?

–Que vengan con total confianza, quiero transmitir a los usuarios un mensaje de tranquilidad absoluta. Ahora bien, aunque la incidencia está bajando, hay que seguir manteniendo todas las medidas de seguridad e higiene.

–¿Cómo ve el movimiento vecinal “Todos somos Jarrio”?

–En el hospital hay muchos profesionales que también “somos Jarrio”. Entendemos la preocupación de los vecinos y respeto que se manifiesten. Lo que quiero que quede claro es que nosotros también estamos movilizados por el hospital y el área; estamos en la misma línea. Hay además una apuesta decidida por el área por parte del Sespa.

–¿Tan mal está el hospital?

–No. Jarrio, como ocurre en otros hospitales comarcales de Asturias, tiene carencias de profesionales en algunas especialidades. Las dificultades van cambiando y estamos mejor que hace dos meses. Tuvimos problemas importantes en Medicina Interna, pero ahora las siete plazas están cubiertas: hay tres veteranos, han venido dos nuevos y las otras dos plazas se cubren a través de la figura de la movilidad forzosa. Los problemas en el servicio están ahora resueltos, aunque seguimos trabajando para que no haya movilidades, tener los siete aquí. En Oftalmología, con un problema crónico de falta de profesionales y que es un área que me preocupa porque hay mucha lista de espera, esperamos incorporar dos profesionales, con lo que la plantilla estaría cubierta.

–¿Cuál es ahora el problema?

–Los problemas van rotando. En Cardiología, por ejemplo, yo no veo problema, pero tenemos un cardiólogo que viene de fuera y me gustaría tener uno propio o incluso los dos de la plantilla. También me gustaría recuperar un geriatra.

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