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Luarca, la villa que quiere ser aún más blanca

El Ayuntamiento pinta muros y fachadas para mejorar la imagen de la capital valdesana y recuperar el eslogan que ideó Ramón Muñoz

Un trabajador, blanqueando un muro. | Ana M. Serrano

Luarca volverá a ser la “Villa Blanca de la Costa Verde”. Al menos ese es el deseo del gobierno municipal, que pretende pintar de este color todas las zonas públicas que se presten –muros y paredes de toda la localidad, entre otros– con el objetivo de que la capital luzca “de blanco y así se pueda apreciar a un solo golpe de vista”, señala el concejal de Obras, Marcos Fernández.

En Luarca se cuenta que fue el exalcalde Ramón Muñoz, fallecido en 2011 y quien ocupó el cargo entre 1952 y 1968, el que ideó y promovió el eslogan. “Si Boal es la Villa Blanca, Luarca puede ser la Villa Blanca de la Costa Verde”, decía Muñoz con el ánimo de hacer de la capital del concejo de Valdés una villa turística de referencia para todo el país.

En el libro “Boal en fotos 1900-2002”, Adelina Fernández y Susina Pérez relacionan el origen del calificativo para la capital boalesa con la influencia de vecinos del la localidad que fueron emigrantes a Cuba. Pero en Valdés la historia fue diferente. Ramón Suárez no abandonó el empeño hasta que Luarca se asoció al blanco y el eslogan empezó a funcionar más allá de las fronteras asturianas.

El gobierno municipal quiere volver a conectar o reforzar ahora con esa idea de villa marinera con luz propia por estar cerca del Mar Cantábrico y tener puerto y playas. Y aprovechar y reimpulsar esa estética que tanto éxito ha tenido sumada a un paisaje ya de por sí singular por su belleza.

De momento, se está manos a la obra. Se ha pintado los muros de la carretera del faro y los próximos días se hará lo mismo en las zonas exteriores del cementerio al disponer el Ayuntamiento de permiso de la parroquia.

Un operario, pintando en la zona de La Atalaya.

El Ayuntamiento valdesano hace esta apuesta con medios propios. Son los operarios municipales los que hasta la fecha se han encargado de pintar, sobre todo, muros. La próxima semana sí habrá apoyos exteriores, al alquilar el gobierno municipal una máquina para lucir de blanco los muros del cementerio que miran a la carretera del faro.

Un operario, pintando.

Un operario, pintando.

La “marea blanca” continuará por otras zonas de la villa. Según el edil de Obras, Marcos Fernández, “todo se enmarca dentro de un proyecto de mejora de los espacios públicos”. A esta pintura, se sumarán la siembra de plantas ornamentales y la recuperación de espacios de ocio o esparcimiento, como pequeños jardines.

Además, se mejorará la limpieza en todos los entornos, pues el Ayuntamiento de Valdés está “reforzando” el servicio con una barredora mecánica que trabaja por distintos puntos de la capital. “Queremos que la villa tenga su mejor imagen todo el año”, señala Fernández, quien no solo ve en esta propuesta objetivos turísticos. “Es la persona que vive aquí la que tiene que disfrutar de todo ello”, opina.

El Ayuntamiento valdesano hace esta apuesta con medios propios. Son los operarios municipales los que hasta la fecha se han encargado de pintar, sobre todo, muros. La próxima semana sí habrá apoyos exteriores, al alquilar el gobierno municipal una máquina para lucir de blanco los muros del cementerio que miran a la carretera del faro.

En el sector turístico dan la bienvenida a esta iniciativa. El presidente de la asociación de turismo Luarca-Valdés, Evelio Sánchez, señala que “ofrecer una buena imagen, más limpia, siempre es positivo”. “Es cierto que los turistas se quedan con lo ven y con lo que retratan”, destaca.

Sánchez entiende que “hacer cosas y promocionarlas es una buena fórmula para atraer turismo”. Y ahora, en las actuales circunstacias de ralentización de todos los sectores a causa de la situación sanitaria, el presidente de la asociación Luarca-Valdés entiende que se vive una crisis profunda y que es más necesario que nunca hacer propuestas públicas para “que el visitante venga y regrese contento a su casa y dispuesto a volver”.

El presidente de la asociación de turismo rural de Valdés, Luis Suárez, opina que la propuesta es “buena”. “Es una campaña antigua y que se asocia a los años buenos del turismo en Luarca”, recuerda. Destaca asimismo que este eslogan “ sonó mucho en los años setenta”.

Pese a que algunas personas lo descartaron porque se asocia a un político, “el eslogan en sí, desde el punto de vista turístico, funcionó y funciona”. Para el presidente de Avatur este tipo de promociones son importantes, si bien no se pueden dejar de lado otras propuestas que sí afectan, “más directamente”, al turismo como la promoción del bosque-jardín de la Fonte Baxa o la próxima apertura del Museo del Calamar Gigante de Luarca.

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