El antiguo Juzgado de Luarca se convertirá en un centro de coworking. El alcalde, Óscar Pérez, asegura que se remodelará este piso de la avenida de Galicia de Luarca, de propiedad municipal, para ser un espacio dedicado a los profesionales que puedan teletrabajar. Tendrá capacidad para “quince o veinte personas”, que podrán disfrutar gratuitamente de conexión wifi y un edificio con las prestaciones básicas: aseos y espacios individuales en los que trabajar.

En 2021 se redactará el proyecto de reforma de la antigua sede judicial, para lo que el Ayuntamiento pedirá una subvención “Leader”. El próximo año el Gobierno local reservará una partida “de entre 100.000 y 125.000 euros”, según las primeras estimaciones, para realizar la obra. Esta actuación también podrá recibir subvenciones del mismo programa de ayudas europeo. Entre el próximo año y 2023 el centro abrirá al público.

“La zona rural no puede quedarse atrás”, apunta Pérez, convencido de que disponer de un espacio de coworking, “como en las ciudades”, puede ayudar a atraer nuevos pobladores.

El Ayuntamiento de Valdés aspira además a firmar un nuevo convenio con la Cámara de Comercio de Oviedo (entidad que gestiona desde principios de año con el éxito esperado el centro municipal de empresas del polígono industrial Barcia-Almuña) para que organice la apertura y cierre del nuevo espacio municipal, que estará abierto en jornadas laborables. Según el regidor, será un lugar “diáfano” y dispondrá de cafetería y comedor. Además, si la apertura resulta un éxito “no se descarta ampliar las plazas en el futuro”. En principio se habilitará como espacio de trabajo común la antigua sala de vistas, el habitáculo más grande del piso. En esta habitación habrá mesas y sillas separadas para garantizar la privacidad.

Con respecto al mal estado de las instalaciones, una de las quejas de los trabajadores del juzgado, el regidor asegura que ahora la antigua sede judicial “solo es un piso viejo y vacío”. El Principado ordenó la retirada de todo el mobiliario y parte de él se trasladó a la nueva sede judicial de Villar, instalación que recibirá el resto de los muebles entre la primavera y el verano. En todo caso, “con la partida que reservamos se podrá hacer la obra que se necesita para el servicio que prestaremos”, destaca Pérez, quien aspira a ofrecer un lugar de trabajo “tranquilo” e incluso con poco mobiliario para facilitar la concentración.