El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, no se anduvo con rodeos durante la presentación en Cangas del Narcea del programa de inversiones para las carreteras del Suroccidente. “Planteamos un punto de inflexión en las infraestructuras, acometiendo en siete años las obras de mantenimiento y conservación que serían necesarias en las próximas dos décadas”, subrayó. Además, defendió su planteamiento como “modesto” y “realista”, lejos de “mensajes grandilocuentes y expectativas que no se pueden cumplir”, antes de reclamar “consenso” parlamentario para garantizar que los ochenta millones que contempla el documento puedan llegar al territorio con “seguridad presupuestaria” y con independencia del color político del próximo gobierno regional.
En este sentido, Calvo explicó la necesidad de llevar a la Junta General una iniciativa parlamentaria que acabe con la “incertidumbre” de los vecinos del Suroccidente. Apeló a los grupos políticos a realizar un trabajo con “solidez” y “madurez” para que “no dudemos de hacer esto”. En este sentido, defendió la importancia de que “el conjunto de los asturianos entienda que el desarrollo del Suroccidente les compete” y que es necesaria una “discriminación positiva” con el territorio.
“Para hacer este trabajo estamos saltándonos criterios que en otras zonas no se aplicarían, al actuar en vías con menos de trescientos vehículos cuyo deterioro es muy lento. No es cuestión de contentar, sino de ser justos”, señaló el consejero, que estuvo acompañado del viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, y de la directora general Esther Díaz. En el acto, abierto al público en general, estuvieron presentes los alcaldes de Cangas, Tineo, Allande, Degaña e Ibias, los portavoces de varios grupos de la oposición y también integrantes de la plataforma “El Suroccidente también es Asturias. Por unas carreteras seguras y modernas”. A todos ellos invitó Calvo a olvidarse de viejas propuestas incumplidas y a “mirar hacia adelante”.
El consejero, que detalló una por una las actuaciones previstas en un total de treinta vías, indicó que el objetivo es que toda la red de carreteras mejore “de manera significativa en el corto plazo”. Dejó claro que no se trata de un plan global comarcal, sino de un programa de actuaciones que pretende un resarcimiento con el territorio suroccidental de la región.
Calvo no obvió el problema de los desprendimientos de piedras que sufre periódicamente el corredor del Narcea y reconoció la “frustración” que le produce no poder eliminar el riesgo al cien por cien, especialmente cuando se trata de desprendimientos fuera del propio dominio de la carretera. “La atención es máxima y la obsesión es garantizar la seguridad, logrando que todos los recursos que tenemos están puestos aquí”, añadió el consejero, quien dijo que se intenta “limitar al máximo” los riesgos.
El portavoz de la plataforma vecinal, Marcos Verano, valoró que el gobierno respondiera a sus peticiones. “Nos parece que hay un afán de intentar cerrar la brecha que tenemos en materia de comunicaciones”, señaló Verano, quien dijo que el colectivo no renuncia a otras actuaciones que vayan más allá del mantenimiento que plantea el Principado. “Lo que necesitamos para garantizar el futuro, además, del mantenimiento, es acercar los tiempos de desplazamiento con el resto de Asturias y con la costa. Mantener lo que tenemos nos condena a seguir perdiendo población”, añadió el representante vecinal. Sobre la “discriminación positiva” que, según Calvo, se aplica con este programa, pidió Verano un cambio de enfoque para no pensar en el Suroccidente en función de su población, sino teniendo en cuenta que su superficie supone en torno al cincuenta por ciento de la región.
