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Luis Felipe Fernández Coordinador del Foro Comunicación y Escuela de Vegadeo, acaba de lograr un sobresaliente con su tesis sobre el impacto de este proyecto educativo

"Una población formada será más capaz de defender y enriquecer su territorio"

"Mi tesis es un aval para que las administraciones valoren la posibilidad de que los centros educativos de la zona rural se abran a la comunidad"

Luis Felipe Fernández, con un ejemplar de su tesis, en la escuela de San Juan de Moldes, donde inició su etapa escolar. | A. M. Serrano

«Aquí empezó todo». Lo dice a las puertas de la escuela de San Juan de Moldes de Castropol, hoy cerrada, el profesor de Lengua y Literatura y coordinador del Foro Comunicación y Escuela del Instituto de Vegadeo, Luis Felipe Fernández. Acaba de recibir un sobresaliente con una tesis en la que ha logrado medir el impacto de unas jornadas educativas que tienen catorce años de trayectoria y el objetivo principal de que los alumnos de la zona rural o desfavorecidos por otras causas tengan las mismas oportunidades que aquellos que residen en la ciudad o en situaciones más ventajosas. 

–¿Emocionado?

–Sí. Han sido siete años de investigación. Esta tesis es importante porque confirma los resultados positivos si hay un vínculo entre la escuela y la comunidad, algo que inicié en Ibias a finales de la década de los ochenta. Entonces, esta forma de ver las cosas se cuestionaba. No se veía tan bien que una escuela se abriera y se proyectara en el entorno. Afortunadamente, esa dinámica ha cambiado y ahora tenemos un informe que nos habla de todos los beneficios de ese vínculo. Para mí es muy importante la tesis porque da rango académico al Foro Comunicación y Escuela. Con el estudio se mide y constata el impacto que tiene el proyecto en el entorno. La tesis es en sí misma es un aval para que las administraciones valoren la posibilidad de que los centros educativos de la zona rural se abran a la comunidad.

–¿Qué habría que cambiar para que así fuera?

–Yo empezaría por plantearlo en la formación del profesorado. Este concepto tendría que trabajarse en las facultades. No estaría de más una asignatura que tratara el aspecto comunitario de la escuela, porque la labor del docente no puede circunscribirse a impartir las materiales curriculares. Es importante transmitir el saber, pero es imprescindible abordar la formación integral de las personas.

–En la sociedad se habla de este formación integral, pero se explica poco en qué consiste...

–Formar en actitudes, en valores, en expectativas...Y en el medio rural fomentar una mirada positiva de los jóvenes hacia su entorno, hacerles ver que aquí también es posible desarrollar proyectos de vida de calidad. Por eso es tan importante dar a conocer las posibilidades económicas de tu comunidad. Otro aspecto a cambiar es la mirada negativa que se suele tener en las urbes de la zona rural. El Foro trabaja en todo ello. Es una apuesta por la equidad, por poner en valor el medio rural. Y también es un proyecto de transformación cultural del territorio que contribuye a su desarrollo y proyección.

–¿Qué se necesita para que más zonas rurales se beneficien del concepto de escuela comunitaria?

–El centro educativo debe estar convencido de su papel en la sociedad, porque se necesita un nuevo papel del docente. Hay que trabajar con la familia y el entorno. Y eso lo podemos hacer, además, muy bien en la zona rural. El Principado debe poner los medios para que los colegios o institutos puedan organizar estas iniciativas. Lo que se necesita económicamente para hacer un foro es irrisorio si se tiene en cuenta el presupuesto regional. Nosotros no lo tuvimos fácil. De hecho, este curso, por primera vez en catorce años, tenemos a un profesor a media jornada para su labor docente en las aulas y para poder dedicar la otra media al Foro. Pero si se tiene en cuenta el impacto, se necesitarían más liberaciones. Si, además, se consigue que las empresas de la comarca se impliquen estoy seguro de que habrá grandes logros. Yo estoy muy agradecido a las empresas que se involucran en este proyecto de Oscos-Eo. Pero podían ser más empresas. Todos deberíamos saber que la educación por sí misma no soluciona los problemas del mundo rural, pero sí es clave para llegar a las soluciones. Por eso también necesitamos programas contextualizados en el entorno y que den respuesta a sus demandas y carencias. Al final, una población formada será más capaz de defender y enriquecer territorio.

 –Ponga ejemplos de actividades que han hecho y han dejado huella.

–Llevamos a un grupo de alumnos a Nueva Zelanda a conocer el sector ganadero de ese país gracias a Reny Picot; pusimos en marcha el proyecto «Conoce un monumento de España volando» y dimos a conocer el Museo del Prado con una exposición abierta a todo el mundo. Yo siempre pongo el mismo ejemplo. Muchos alumnos de la comarca no han cogido un avión. Yo creo que deben tener esta oportunidad y gracias a Foro la tienen. Creo que eso incide sobre las carencias de un territorio para mejorarlo.

–¿Su deseo es que los alumnos se queden aquí?

–No. No podemos formar a los alumnos para que se queden aquí. No podemos imponerlo. Tenemos que formarlos para que puedan elegir. Pero esos alumnos que se forman también deben adquirir, y pasa si se forma en valores, un compromiso con su territorio. Eso es lo que creo y deseo. Y_dicho eso, el objetivo del Foro no es fijar población. Lo que queremos es que los alumnos de Oscos-Eo sean alumnos de su tiempo, que en su propio entorno se formen para ser jóvenes del siglo XXI. Es de justicia que aquí tengamos actividades, que no tengamos siempre que irnos fuera para tener experiencias. A la larga seremos menos población, pero yo me conformo con que seamos la suficiente para mantener el territorio con una calidad de vida. Es importante que no nos resignemos. Cada uno, desde su posición, puede hacer algo por su territorio.

–¿Cuál es su secreteo para liderar el Foro catorce años?

–Soy hijo de labradores. Viví lo que significa la educación pública, que me dio oportunidades. Y_también tuve un profesor que no olvidaré nunca, Carlos Valera. Cuando empecé el colegio sabía leer, escribir, multiplicar, restar y sumar gracias a mi madre. Carlos Valera se fijó en eso y quiso conocer a mis padres, que siempre prestaron mucha atención a la educación de sus hijos. La compra del tractor se pospuso para tener el diccionario Salvat. Hoy tenemos doctorado en distintas materias. Por eso creo firmemente en lo que estoy haciendo.

–¿Qué tarea asumieron los medios de comunicación en la promoción del Foro?

–Entre 2009 y 2019 el Foro implicó a 204 entidades y en cuanto a medios de comunicación, LA NUEVA ESPAÑA ha apostado por este modelo de escuela que se abre a la comunidad. Este periódico fue clave en Ibias y en Vegadeo. Publicó el 74% por ciento de las noticias que salieron en prensa.

–¿Qué espera del futuro?

–Lo idóneo sería que se creara una fundación para garantizar la continuidad de proyecto. 

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