Montado a caballo llegó ayer a mediodía el general Rafael del Riego a la plaza del Ayuntamiento de Tineo, donde lo esperaban numerosos vecinos. Una estampa con la que Tineo retrocedía 200 años para recrear el homenaje popular que recibió el militar y político, oriundo del pueblo tinetense de Tuña, el 4 de octubre de 1820, cuando visitó su tierra natal tras su pronunciamiento en favor de la Constitución de 1812 en Las Cabezas de San Juan, Sevilla. Un acto que supuso imponer un régimen constitucional en la España de la monarquía absoluta de Fernando VII al obligar al monarca a jurar la Constitución de Cádiz.
El encargado de dar vida a Riego, Pedro Villanueva, miembro de la Asociación de Recreación Histórica Cultural de Asturias, politólogo y estudioso de la historia, reconocía que Riego es "una figura controvertida, sería republicano, liberal, sería patriota, sería traidor…", pero entiende que lo que prevalece es que logró "hacer firmar al poder real una Constitución y le costó la vida, porque tres años después de este acto en Tineo sería ahorcado en la plaza de la Cebada de Madrid", recuerda.
En la voz de Pedro Villanueva se pudieron volver a escuchar las palabras que Rafael del Riego pronunció en su visita a Tineo. Según cuenta la historia, se dirigió a sus vecinos desde un balcón de la propia plaza del Ayuntamiento para explicar lo que le había llevado a revelarse contra la monarquía absoluta: "Me llené de espanto al ver tantos hombres libres por naturaleza, dotados de fuerza y valor sucumbir al yugo que le imponía otro hombre".
Junto a él en el balcón de la plaza del Ayuntamiento, ese 4 de octubre de 1820, estaba el alcalde del municipio, a quien, en esta ocasión, se encargó de dar vida el concejal Darío Rodríguez, que leyó el discurso de bienvenida y agradecimiento con el que recibieron entonces a su ilustre vecino. "El Ayuntamiento constitucional de Tineo os felicita y bendice mil veces por vuestra honestidad, valentía y gloria inmortal que habéis adquirido", leyó. Un discurso en el que se le reconocía haber sido el encargado de "dar el grito de libertad que despertó a los españoles del letargo en el que yacían".
Tras los discursos, los militares que acompañaban al general dispararon tres salvas de honor, uno de los momentos más esperados de la recreación, y la música comenzó a sonar, animándose el propio Riego a bailar con las vecinas, como asegura la historia que ocurrió durante su visita.
La jornada continuó en la plaza de Las Campas, donde se rindió homenaje al militar Pedro del Tronco, natural de Dagüeño, en Cangas del Narcea, que se alistó como soldado voluntario en la Guerra de la Independencia y murió fusilado en esa plaza en 1809, donde una cruz de piedra aún lo recuerda en la actualidad.
Las actividades en torno a Rafael del Riego continuarán en Tineo en las próximas semanas, siendo el propio Pedro Villanueva el protagonista de una de ellas el 20 de octubre. Una charla en la que desvelará curiosidades del militar, entre ellas por qué el cadalso en el que fue ejecutado era más alto de lo habitual o dónde está enterrado su cuerpo. Antes, el domingo 9, el tinetense estudioso de la historia Senén González realizará una visita guiada por Tuña y el 10 de noviembre se presentará la obra inédita "Vida y ejecución de don Rafael del Riego", traducida por la profesora Gloria Sanz Testón.
