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Entre torrija y torrija

Ahora que llega la Semana Santa y nos imponen la sensación de recogimiento, a mí lo que me gusta es pensar en la sensación que te queda de estar entre torrija y torrija. Aunque uno no sea muy católico hay que reconocer que todo lo que traiga consigo vacación, asueto y jolgorio siempre es bienvenido. Yo soy de la opinión de que si hay Dios me perdonará todos los pecados y me mandará directita al cielo, con una buena prole de amigos y buena gente. Es una pena que no me lleve yo tan bien con la religión musulmana, más que nada porque lo del ramadán es una penitencia que no se asume tan fácilmente, pero que en contra de la procesión al estómago de la torrija favorece al cuerpo. Si hay Dios, el que sea, sabrá comprenderme. Y si hay vacaciones, las que sean, yo también me apunto. ¿Y ustedes?

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