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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Liliput y su corrupción

El escándalo del PP que correspondía a esta misma y precisa semana ha llegado puntual, como cada siete días. La semana pasada la gloria pareció sobrevolar el cráneo del ministro Soria, que de mano lo negó todo acerca de su honorable presencia en los "papeles de Panamá", pero que después ya ha ido admitiendo cositas. Y ayer mismo fueron detenidos el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y la concejala de Urbanismo, Isabel Nieto. El cauteloso partido de Rajoy les ha suspendido cautelarmente de militancia, cosa que estos dos individuos deberían considerar como honor diferencial en una formación que traga con todo. Además de estos hecho, el tal Hurtado debe de ser un tipo sobrado, condición no poco frecuente en el PP. Hace un tiempo habló con gran diligencia de mujeres y desnudez, pero lo mismo podría haber disertado sobre el tocino y la velocidad, dada esa proclividad a manifestarse como un "bocachancla" por parte de algunas figuras populares. Ahora bien, comparada con todo eso, Asturias no puede competir a nivel nacional en materia de corrupción. Nuestra insignificancia nos liliputiza. Por un lado, tenemos suaves casos de corrupción, ya que al barullo en la empresa de telecomunicaciones del Principado (GITPA), se suma ahora alguna trapisonda en la gestora de suelo, Sogepsa. Hombre, un grano no hace granero, pero ayuda a juzgar a una Administración involucrada también en el magno "caso Marea", que ahora mismo está sometido a la meditación del juez. Pero, insistimos: en esta tierra de Liliput hasta lo grande se hace pequeñito ante los fieras del PP.

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