No hay especialidades deportivas masculinas y femeninas: hay deporte, sana competencia entre individuos y equipos que pugnan por el objetivo de la victoria, sean hombres o mujeres. No importa la modalidad, importa el reto: ganar, alcanzar el objetivo no entiende de sexo. El balonmano es un deporte muy físico, de mucho contacto, una lucha cuerpo a cuerpo. En el desempeño de esa batalla han dado un ejemplo a Gijón las chicas del Mavi NT, que han llevado al club a la máxima categoría femenina de este juego. El balonmano es un deporte de gladiadores, enormemente completo, donde todos atacan y todos defienden. Unos marcan goles, otros los evitan, pero el engranaje debe funcionar sin fisuras. Las chicas del Mavi y sus técnicos conocían sus limitaciones, pero decidieron desafiarlas y salieron airosas. Corrieron con el corazón y sus piernas decidieron seguirlas. Los límites, como los miedos, a veces no son más que un espejismo. Enhorabuena.