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Pedrayes calculaba cómo llegar al futuro

El ilustrado nacido en Lastres en 1744 fue, además de un destacado matemático, un modernizador que creía que la ciencia sin conciencia social conducía a la ruina

Si la ciencia es conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas, o bien un cuerpo de doctrina metódicamente formado y ordenado, Pedrayes es ciencia en estado puro. Agustín de Pedrayes (Lastres, 1744-Madrid, 1815) es conocido por varias de sus aportaciones a la ciencia y el gran desconocido por otras muchas.

El "sabio español", como se le llamaba en la Academia de Ciencias de París a fines del siglo XVIII, es conocido por sus aportaciones a la metrología y la creación del sistema métrico decimal y su impulso con los científicos más famosos en la Europa de su época, como delegado del gobierno español en la Comisión de Pesas y Medidas de París en 1798-99. También adquirió relevancia por publicar, junto con Gabriel Ciscar, una "Memoria elemental" sobre los nuevos pesos y medidas decimales, considerada como la introductora en España del nuevo sistema; por ocupar destacados puestos políticos como presidente del Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas; por la creación de un aparato para medir las copias del metro patrón; por la creación de los programas de enseñanza del Instituto Náutico minero fundado por Jovellanos; por haber elaborado el plan de estudios matemáticos de la Escuela de élites de su época, el Casa de Caballeros pajes; por haber propuesto un problema de cálculo diferencial -matemática sublime en su época- a las Academias de Ciencias de París, Berlín y San Petersburgo; por haber participado junto con Méchain en la medición del meridiano entre Dunkerque y Barcelona; por haber escrito en 1777 un método para la resolución de cuadraturas. O que se le haya reconocido el 26 de febrero de 1925, por iniciativa de Rogelio Masip y Martínez Hombre, con una calle en la ciudad de Oviedo, Matemático Pedrayes.

En 1794 conoció en Gijón a Melchor Gaspar de Jovellanos. Éste solicitó su colaboración en las tareas del Instituto Asturiano náutico-minero que Jovellanos había creado en dicha localidad. Pedrayes participó activamente en la organización de la enseñanza de las matemáticas en este instituto y en la formación de un profesor para dicha disciplina.

Pero se le conoce menos por otros logros de no menor importancia. Porque sus aportaciones científicas no consistían solamente en ser verdaderas, sino en ser útiles. Por ejemplo, hizo la propuesta de procedimiento de medición del meridiano de Dunkerque a Barcelona, cuya subdivisión (la diezmillonésima parte del cuadrante) dio lugar a la primera definición del metro. Propuesta por la que entraría en la Academia de Ciencias de París como miembro correspondiente. A propuesta de Pedrayes se adoptó el círculo repetidor de Jean-Charles de Borda para la medición del arco de meridiano y que había de servir de base para la división del cuadrante de la circunferencia terrestre en diez millones de partes, y una de éstas sería el metro.

Pedrayes inicia el estudio de un método para hallar superficies (cuadraturas) limitadas por curvas, apoyándose en el cálculo diferencial, con el método que sesenta años después daría lugar a la integral de Riemann, de plena vigencia en la actualidad. En dicho manuscrito, "Nuevo y universal método de cuadraturas determinadas", desarrolla y demuestra que las cuadraturas de algunas curvas hasta entonces expresadas por series de infinitos términos, pueden, en algunos casos, tener una integral completa.

Este trabajo contiene el germen de un interesante problema. Así lo relata en su manuscrito hoy transcrito y publicado. Y lo amplía en 1796 con la proposición del llamado "Problema-Programa" a las Academias de Ciencias europeas. El Problema-Programa presentado a las Academias, tuvo el estudio del más grande matemático del siglo XIX, Carl Friedrich Gauss, por requerimiento de Heinrich Christian Schumacher. Tanto en el manuscrito de 1777 como en el "Problema-Programa" de 1796, con el título "Opúsculo I", en el que se plantea resolver una ecuación diferencial de dieciséis términos, están orientados a resolver cuadraturas determinadas. En opinión de Gauss, podría tratarse de una forma de resolver integrales elípticas, que así se denominan por estar relacionadas con el cálculo de la longitud de segmentos de elipse.

El "Nuevo y universal método de cuadraturas determinadas", está como Manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid, con 280 páginas en folio, y en él Pedrayes intentó demostrar que era posible "hallar, en ciertos casos, la cuadratura de curvas, a cuyas diferenciales no corresponden integrales completas", cuestión que llegaría a convertirse en el núcleo de sus preocupaciones científicas.

Pedrayes presenta el asunto en siete artículos en los que se suceden problemas encadenados, de suerte que la solución de cada uno sirve para el siguiente y separa los diferentes pasos por medio de números, como si de proposiciones se tratara. Desde el primer artículo plantea problemas novedosos que se adelantaron en el tiempo a lo que hoy es método común de resolución matemática. Por ejemplo en el primer artículo encuentra la ecuación cartesiana del círculo a partir del teorema de la altura. Y así sucesivamente, tal y como dice Pedrayes en el apartado 11: "Si la solución de los problemas propuestos está contenida en alguno de los muchos métodos, o fórmulas de cálculo integral, que hasta ahora se han descubierto, se espera de los inteligentes y versados en este cálculo que demuestren cómo se tendrá de ellos una solución completa".

En 1805 publicó un "Opúsculo II" en el que expuso el método a seguir para resolver el problema planteado en 1777, indicando que en ulteriores trabajos daría a conocer los cálculos pertinentes.No ha llegado a nosotros este "Opúsculo II" ya que Pedrayes ofreció sus libros y manuscritos a la biblioteca del Colegio Militar del Cuerpo Nacional de Artilleros, sito en Segovia y allí se destruyeron en un incendio.

Pedrayes fue acusado injustamente, en particular por la historiografía romántica del siglo XIX, de ser un afrancesado. Es una gran falacia. Pedrayes fue un ilustrado y un amante de la ciencia y como tal defendía a su país, sin necesidad de ser un "patriotero". Fue a la vez, investigador y enseñante, con la finalidad de mejorar los conocimientos de los ciudadanos y el funcionamiento del Estado. Su importancia estriba precisamente, en querer introducir en la inquietud de la sociedad española y de sus gobernantes, las orientaciones de los inicios científicos, industriales y tecnológicos de la Europa occidental.

En particular, su mayor interés se centraba en lo que se conoce como la matemática aplicada y la formación científica de las élites dirigentes, fueran militares o civiles; porque la ciencia es tan dañina para los que no saben aprovecharla, como útil para la mayoría ciudadana. Y porque la ciencia sin conciencia social es la ruina.

No solo se negó a colaborar con los invasores sino que tuvo que huir a Cádiz. Y como prueba de su sentido ilustrado de defensa del Estado español, allí mismo firmó la disolución del Tribunal de la Inquisición.

En 1812 consiguió de la regencia que se le otorgase de nuevo la percepción de su sueldo. Finalmente volvió a Madrid y, dado su precario estado de salud, no pudo reemprender sus trabajos. Además, encontró que los materiales que tenía preparados en el Observatorio Astronómico de Madrid, continuación del Opúsculo de 1805, habían sido destruidos por los franceses.

Murió en el más absoluto ostracismo, en 1815, cuando se iniciaba la felonía del periodo fernandino. Sus restos se sabe que están en el cementerio de la Almudena de Madrid, pero todavía no se han reconocido.

No hubo en su vida, tema científico de notoriedad que no tuviera su preocupación y concurso: la didáctica y la enseñanza de la matemática; la planificación y elaboración de programas educativos; la investigación y la creación matemática; la confección de aparatos de medida (barómetros, comparador); la participación en academias y congresos internacionales del mayor prestigio en la ciencia de su época. Asisitó al Congreso de Pesas y Medidas de París. Participó en la perfección de la medida del cuadrante de meridiano. Colaboró con las Cortes de Cádiz y firmó la petición de disolución del Santo Oficio. Y es que las ciencias están enlazadas entre sí, y por eso es más fácil estudiarlas juntas a la vez, que separar unas de otras. Y así darnos cuenta de lo grande que es nuestra ignorancia.

Era Pedrayes un personaje sobrio, soltero, humilde y perfeccionista. Y ello le facilitaba ver el siglo XVIII desde otra orilla, de otro lado de la barricada. Es decir, ver el siglo de las luces pasado por el tamiz de la dedicación a la ciencia. Fue, en definitiva, un científico y matemático de su tiempo que basó su conocimiento en la razón y las ideas ilustradas, como medio de mejorar la vida de sus ciudadanos, que buscaba modernizar el país y reformar el Estado .

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