Fue un paseo triunfal, la victoria de Mercedes Fernández en el reciente congreso regional del Partido Popular fue rotunda, sin matización alguna, sobre todo si se atiende a las expectativas que se habían creado en torno a algunos destacados dirigentes o exdirigentes de la organización que finalmente quedaron en nada, en simple humo propagandístico. Los pesos pesados de la derecha autonómica que parecían sintonizar con el sector crítico a Mercedes Fernández rectificaron y apostaron por la continuidad de la candidata de la dirección nacional del partido, es decir, de Mariano Rajoy y de María Dolores de Cospedal.
Lo que se buscaba en los últimos meses en el PP, tanto a escala nacional como regional, era evitar situaciones que pudieran enturbiar el proceso congresual. Así, por ejemplo, en la mayoría de las comunidades autónomas se mantuvo a los delegados del Gobierno de la legislatura anterior, la de la mayoría absoluta del PP. En Asturias Gabino de Lorenzo continúa en el cargo, aunque tras la formación del último gabinete de Rajoy en noviembre Mercedes Fernández se mostró públicamente partidaria del cambio, lo que, lógicamente, no le sentó muy bien al exalcalde de Oviedo. Luego, también es cierto que una y otro se olvidaron de la polémica y también de las diferencias políticas de fondo que los separan.
Pero ahora la situación política es otra, y aunque aún faltan por celebrarse los congresos locales del partido, todo hace indicar -o al menos eso es lo que señalan miembros de la ejecutiva regional del PP- que el cambio en la Delegación del Gobierno de Asturias está próximo. También comentan que Gabino de Lorenzo es consciente de ello y que lo más normal sería una sustitución múltiple de delegados del Gobierno. En el Principado, movimientos internos en busca de tan apetitoso cargo ya hay desde hace tiempo.