Da la impresión de que la campaña electoral para los próximos comicios locales y autonómicos viene adelantada y de nalgas. O eso, o el Ayuntamiento de Gijón se ha convertido en una barraca de feria donde la principal atracción es disparar al muñeco, a ver quién logra tumbarlo. El muñeco es la Alcaldesa o miembros destacados de su equipo de gobierno, o sea, Couto y alguno más, pero más bien pocos.
Tiene el gobierno local su principal vía crucis de estos últimos meses en la ejecución de las obras públicas, que parece que las ha encargado a Pepe Gotera y Otilio o a Manolo y Benito. El PP ha detectado el filón y Mariano Marín, de natural aquietado, ha sacado los pies de las alforjas y se ha puesto el primero a pedir bolas, dardos o perdigones para tumbar al muñeco forista. Conociendo lo poco dado que parece Marín a patear el barro, puede ser que la orden de tocar las narices a Moriyón venga de arriba o de 28 kilómetros más allá por un carril de la "Y".
Por otra parte, no hay grupo de la oposición municipal que en los últimos días no le haya puesto reparos y pegas al grandilocuente plan de movilidad que apadrina Foro, que por definición no debe convertirse en un documento inamovible. O sea, que necesita debate y discusión.
Que si se trata de un compendio de buenas intenciones sin concretar, que si para concretarlo es preciso gastar otro dineral en nuevos estudios, que si mucho ruido para tan escasas nueces... Tiene su gracia que a un gobierno al que achacan que no se mueve le dé con urgencia por la movilidad. ¿Será la alcaldesa Moriyón "la donna è mobile"? ¿Será voluble su anuncio del abandono de la política y de ahí los perdigonazos?