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Latidos de Valdediós

No es oro todo lo que reluce

La caída en picado de una chica perfecta

Hace unos días una chica comentaba que le parecía digna de envidia la situación de otra amiga, que tiene un novio que es un cielo, unos padres y hermanos estupendos y que está terminando la carrera con unas notazas impresionantes y perspectivas de encontrar trabajo en cuanto termine, cosa que hoy día es muy valorable. A esto hay que añadirle un físico espectacular, deslumbrante, una cara preciosa y una simpatía arrolladora. Total: que le parecía una chica digna de envidia, aunque fuera envidia sana, de la buena, de la de admirar -me decía ella- su suerte y buena estrella.

Tal y como me lo contó? pensé que tenía razón, y di gracias a Dios por tantas cosas buenas, aunque con un cierto margen de duda. Y le di gracias a Dios "por todo eso bueno que vemos" y también -así lo formulé en mi oración- "por todo eso que no vemos pero que cada persona lleva en su interior".

Unas semanas después la misma chica vino a decirme, muy impresionada, que su amiga estaba mal: llevaba dos días ingresada en un hospital, tratándole unos cuadros de ansiedad y estrés que la tenían fuera de combate. A causa de su autoexigencia y de la tensión de mantener todo tan "perfecto" para no defraudar a nadie: novio, carrera, relación familiar, aspecto físico? entró en una dinámica de más y más y más? y finalmente se rompió el día en que le dijeron que en un baremo determinado le faltaba un poquito para conseguir el trabajo que ella pretendía y no se lo iban a dar. Le ofrecieron otro de rango inferior poco acorde con sus pretensiones y una birria para su brillante historial académico. Y eso la hundió y desde entonces? no levantaba cabeza.

Me ha hecho pensar dónde estaba cimentada la aparente felicidad de esta chica cuya vida parecía tan perfecta: desde luego no en Dios -no sé si es creyente o no- ni en el amor de su familia y de su novio -que lo están pasando muy mal y están preocupadísimos al verla como está ahora- sino en sus propias fuerzas, en el ídolo que había hecho de sí misma, en la vida ideal que ella había decidido y "organizado" apoyándose en sus propias fuerzas y capacidades. Y en cuanto algo de ese "proyecto" no salió como ella había planeado? se le ha caído todo encima y está aplastada, no es capaz de asumir lo que ella considera una humillación, un palo, un hachazo a su vida?

Están ahora en proceso de que asuma que su "imagen" no es su vida ni es ella, sino sólo algo externo que, si en un momento dado se dañara -en su caso simplemente ha sido no lograr el trabajo que le parecía que se merecía- el mundo no se acaba. Y sobre todo hacerle ver que ella no es todo eso, no es una cara bonita, un cuerpazo, unas notazas y todo ideal y maravilloso. Ella es un ser humano falible y limitado que tiene que asumir que en la vida va a equivocarse en más de una ocasión y debe aprender a ser feliz por encima de los propios errores y de los planes externos, que pueden salir adelante o no? que no puede vivir esclava de una imagen y un rol de chica perfecta. En fin? están en un proceso largo y difícil, pero vital para que salga del agujero negro en el que ella sola se ha metido.

La chica que me habló de ella estaba impresionada, porque esta caída en picado ha sido cuestión de un par de semanas y dice que parece un fantasma, ni sombra de lo que era. Y le dije: "¿Ves como no es oro todo lo que reluce?". Aparentemente todo era perfecto, pero sólo aparentemente, porque ha quedado patente que no era verdaderamente feliz, ni mucho menos. Aprendamos a fundamentar nuestra felicidad en valores firmes y en ser lo que de verdad somos, no lo que soñamos, sin caretas, ni apariencias, ni castillos en el aire.

Un abrazo fuerte y hasta el próximo viernes.

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