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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

La sonrisa de Couto

Hoy es un buen día para el urbanismo gijonés. Después de años de dimes y diretes, de inseguridad jurídica por la anulación en los tribunales de los dos últimos planeamientos y de sobrevivir con una norma que se remonta al siglo pasado, el nuevo PGO pasa el trámite de aprobación inicial y va camino de Oviedo para que lo ratifique la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias. Esa CUOTA le falta al plan gijonés, que en parte es el plan de Fernando Couto, el concejal que lo apadrina.

Antaño, los planes de urbanismo llevaban el apellido de sus autores. En Gijón ese hecho resulta evidente con el plan Rañada, que trajo el orden, con ingenio y destreza, a una ciudad de crecimiento caótico. No se le podía llamar de otra manera, a la vista de la altura del célebre arquitecto y urbanista, un humanista de nuestro tiempo. Ahora, sin embargo, cada planeamiento se vincula al concejal de Urbanismo que le toca negociarlo.

No será el teniente de alcalde de Moriyón quien se jacte de que el nuevo PGO aprobado provisionalmente se vaya a bautizar popularmente con el apelativo de "plan Couto". Asegura el edil que cuando acabe el mandato abandonará la política y regresará a la empresa familiar y que su único afán, en lo que le resta a la actual Corporación, es aprobar un planeamiento con el mayor consenso posible. En esa tarea el concejal de Urbanismo se ha esmerado y de ahí esa sonrisa de oreja a oreja que Couto exhibía ayer en el Pleno.

Ni un voto en contra de la propuesta: todo manos alzadas favorables y en todo caso alguna abstención. No es mal "score" para un plan que será observado con lupa, a la vista de los antecedentes.

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