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Milín y Pedro, tanto monta, monta tanto

Los ganadores del Descenso, selleros auténticos, son productos forjados en El Barcu, un remanso del Sella a su paso por Arriondas

Tiene alma, corazón, espíritu y mente sellera. Soñaba desde hace al menos tres lustros con subirse algún día a lo más alto del pódium de los vencedores del Sella. Pero, quizás cuando menos presionado se encontraba, el 4-A, fecha legendaria a partir de este momento, Milín Llamedo daba un golpe de autoridad, como sólo él mismo sabe, para hacer realidad aquella ilusión que tenía desde niño, mirando las hazañas del cántabro Julio Martínez Gómez, récordman de la prueba con once victorias, su ídolo en aquellos tiempos: ganar el Descenso Internacional del Sella.

Seguro que a su abuelo, "Medo" Llamedo -fallecido el 23 de junio de 2014, quien fuera presidente honorífico de Los Rápidos de Arriondas-, se le escaparon algunas lágrimas, allá donde esté, al ver a su ojito derecho imponerse en un diabólico sprint final en la ría de Ribadesella. Y con ello, regrabar con letras de oro el apellido Llamedo -tres décadas después de que lo consiguieran su padre Milio y su tío, Maxi, en 1984-. Las villas de Arriondas y Parres están de fiesta. Y ahora más que nunca. Se lo merecen y mucho.

Buena parte de culpa de ese gran éxito lo tiene otro chaval, éste del núcleo rural de Granda, quien hace apenas ocho días era finalista en el Mundial sub-23 en K-2 1.000 metros. Un rapazón que ya saboreó las mieles del éxito en Mundiales y Europeos en aguas tranquilas, en K-4, tanto en categoría junior como sub-23. Incluso este año, en el Kayak Tudense, se hizo con tres oros en el Nacional de sprint, en K-1 sub-23, K-2 senior y K-4 senior, en 1.000 metros.

Y es que Pedro Vázquez Llenín, que hoy cumple 22 años, pese a que todavía sus íntimos le llaman Pedrín, tendió la mano a su buen amigo Milín para hacer pareja en el Sella 2018 cuando se esfumó la posibilidad de que Llamedo remase con el argentino Fran Balboa. Atrás quedaba aquella otra opción de palear con Álvaro Fernández Fiuza, la cual tampoco fraguó. Vázquez Llenín se convirtió en la sombra de Emilio Llamedo en las horas previas a la gran cita y así tratar de dar el "campanazo".

Atrás quedan aquellos intentos de Milín Llamedo (29-5-1988) en dos oportunidades con el campeonísimo Manolo Busto, en 2008 (terceros en meta) y en 2009 (segundos clasificados) cuando defendían los colores del Club Piragüismo Astur. Y también atrás queda otro intento en solitario, éste en K-1. Tocaba "conquistar" el Sella, ahora con la licra del Kayak Tudense, club al que llegó hace dos temporadas, procedente de Los Rápidos, junto a Pedro, todo un consumado especialista en velocidad, que fichó esta campaña por el plantel gallego. Y, para redondear, la gran satisfacción les llegó en plena efemérides de los Centenarios Covadonga 2018.

Milín y Pedro, tanto monta, monta tanto, pueden sentirse más que satisfechos por el indiscutible éxito y sobremanera por hacer felices a esa retahíla de incondicionales amigos que siempre están ahí, a las duras y a las maduras, sin olvidar a sus respectivas familias.

Selleros auténticos, son productos forjados en la inagotable factoría de El Barcu, en un remanso del Sella a su paso por Arriondas. Se iniciaron en el Club Los Rápidos, de la mano de Alberto Gutiérrez Cuadriello, quien compagina las labores de presidente con la de director técnico y que tiene como ayudante a Borja Iglesias Mosquera.

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