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A conversación diaria

La pretendida sintonía entre el PSOE asturiano y Pedro Sánchez

La minería asturiana y española en su conjunto está como está porque, al margen de decisiones más o menos recientes de los órganos de decisión comunitarios, así lo quisieron el PSOE y el PP; desde los tiempos de los gobiernos de Felipe González hasta ahora, hasta los de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Por eso oír a unos y a otros, socialistas y populares, echarse la culpa de lo sucedido en el sector en los últimos cuarenta años causa, como poco y siendo muy benevolentes, rubor y pena.

A finales de los años ochenta del pasado siglo había en Hunosa alrededor de 25.000 mineros. Fue en los tiempos en los que el entonces ministro Carlos Solchaga planteó a los sindicatos un gran recorte en la empresa pública de extracción del carbón, a lo que respondió el entonces secretario general del SOMA-UGT y el hombre con más poder en la sombra del PSOE asturiano, José Ángel Fernández Villa, que el Gobierno tendría que pasar por encima de su cadáver antes del cierre de un solo pozo carbonero.

¿Y qué ha sucedido desde entonces? Pues que la minería regional en su conjunto ha ido perdiendo y perdiendo trabajadores, hasta quedar en lo que es ahora, algo meramente testimonial, al igual que la empresa que fue su estandarte durante décadas, Hunosa.

Esa es la cruda realidad. Pero así y todo las formaciones políticas de la región continúan empeñadas en intentar utilizar electoralmente todo lo que implica el carbón -ahora sobre todo sentimentalmente- para Asturias y los asturianos.

La número dos del PSOE, la riosellana Adriana Lastra, dijo el pasado domingo en el Pozo Funeres que habrá acuerdo para la minería. Y lo dijo después de que el Gabinete socialista de Pedro Sánchez presentase recientemente a los sindicatos una propuesta de cierre inmediato de las pocas explotaciones que aún se mantienen abiertas. Habrá acuerdo, señaló, porque "la FSA y el Gobierno hablan todos los días". ¡Vaya, pues ya podían haber hablado más y antes y así paralizar el amenazador plan del Ministerio de Transición Ecológica! Habrían evitado, al menos, el sofocón y el temor que embarga desde la semana pasada a los vecinos de las Cuencas que aún dependen del carbón. Miedo infundado éste, según Adriana Lastra: "Que Asturias tenga el convencimiento de una solución", aseguró. Bueno, ¡pues haber si de esta va realmente la vencida!, aunque ciertamente poco queda ya que solucionar en un sector tan esquilmado como el del carbón.

Se supone que si la FSA y el Gobierno hablan todos los días como señala Lastra también encontrarán una solución rápida y satisfactoria para el otro cierre inminente anunciado por el Ministerio de Transición Ecológica, el de las centrales térmicas de carbón. Porque hasta ahora, y a pesar de todos los argumentos esgrimidos por el ejecutivo del Principado, y también los de Castilla y León y Aragón, el Gobierno de Sánchez continúa en sus trece. De rectificar, o por lo menos dulcificar algo sus planteamientos, por ahora, nada de nada.

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