La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Archivera-Bibliotecaria de la Junta General

Entre libros En el Día de las Bibliotecas

Las bibliotecas son lugares de referencia en nuestro entorno, tan habituales que creemos que siempre estuvieron ahí. Primero fueron las Bibliotecas Nacionales surgidas en muchos casos a partir de bibliotecas reales. Durante el siglo XVIII se crearon la Biblioteca del Museo Británico, antecesora de la British Library actual, y nuestra Biblioteca Real, germen de la Biblioteca Nacional de España, también la Biblioteca Nacional de Francia, la Biblioteca de Milán o la Real de Lisboa, por ejemplo. Ellas se unían en muchos casos a las bibliotecas universitarias, algunas de antigüedad y riqueza sorprendente. En cambio, las "bibliotecas públicas" se desarrollan a partir del siglo XIX, ligadas al movimiento urbano y a la instrucción pública oficializada.

Se quejaban los círculos intelectuales norteamericanos hace unos años de que la crisis económica y también el cambio en los hábitos de "consumo cultural" estaban acabando con el ya agonizante sistema estatal de préstamo gratuito de libros, nacido en 1848 con la inauguración de la biblioteca de Boston, un hito éste que había sido orgullo exhibido ante todos los visitantes de la ciudad. En cambio, desde la recesión reciente y antes desde la extensión de totum internet la "sabiduría" se iba contrayendo si hemos de dar crédito al dicho de John Steinbeck que "por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo".

Por aquí, en España y también en Asturias, las bibliotecas y de los ateneos obreros empezaron a implantarse a partir de 1869. Parece en esto que la revolución "Gloriosa" tuvo mucho que ver. El ministro Ruiz Zorrilla quiso prestar atención especial a las escuelas y dotarlas de bibliotecas escolares, de uso general. Muchos municipios solicitan de las juntas de Instrucción Pública centros de lectura? Asturias se suma y la, tal vez, pionera biblioteca de Vega de Ribadeo se pone en marcha aquel mismo año. En 1870 se sumarán Ribadesella y San Tirso de Abres. La labor de los maestros en esto es básica. En las dos décadas siguientes fueron proliferando más. En la mayoría la dotación inicial del ministerio en libros apenas creció y muchas entraron en decadencia. Pero la primera piedra estaba puesta. Junto a este movimiento, nacido de la iniciativa pública con tintes revolucionarios, en una región tan industrializada como la nuestra, no extrañó la proliferación de los ateneos obreros, convirtiéndose sus bibliotecas en las primeras bibliotecas públicas en nuestra acepción actual. Andando el tiempo, las Misiones Pedagógicas de la II República se esforzarán en la promoción de la lectura y la creación y dotación de más bibliotecas. Muchas acabaron destruidas durante la revolución de 1934, y la posterior guerra civil.

Apenas finalizada la guerra en Asturias el bibliotecario Ignacio Aguilera aboga por la recuperación de las bibliotecas. La Diputación Provincial entiende las razones y en su memoria ya de 1939 saca pecho al reconocer que su labor cultural más importante es la creación del Centro de Coordinación de Bibliotecas?, un proyecto que se extenderá, comprobado su éxito, a todo el país. El empuje, pese a resistencias varias y a la pobreza general, no decrece y en los años sesenta del pasado XX se diseña un catálogo colectivo y varios programas para dotar de instalaciones decorosas a las bibliotecas. La labor de Lorenzo Rodríguez Castellanos es destacable. Una memoria de 1970 de Bibliotecas y Casas de Cultura contabiliza que hay 64 bibliotecas públicas.

Una nueva política cultural llega con la constitución de la Comunidad Autónoma y los nuevos programas de la Consejería correspondiente. Podemos decir, ahora en el Día de las Bibliotecas, que desde hace unas décadas para acá las cosas mejoraron mucho. Por estos nuestros asturianos lares en el occidente, salvo un par de ellos, todos los concejos tienen su biblioteca, grande o pequeña, con más o menos incidencias; en el oriente lo mismo; el centro, ese donde ya vive el noventa y tantos por ciento astur (¡algo habrá que hacer!) solo falta uno. Y aquí, en el centro, están las más grandes y mejor dotadas, y las dos de titularidad estatal. Cierto que cuando hubo restricciones presupuestarias, y las hubo muy duras, las dotaciones a bibliotecas cayeron y aún no se recuperaron. El personal que las atiende lo hace muchas veces con vocación mal pagada y muy desigual. Las quejas abundan y con razón. Tal vez deberíamos extendernos en lo que falta. Pero preferimos hoy mostrar la biblioteca pública en su historia, como ente social, agarrado a su entorno; un lugar de socialización, vivo y vibrante.

Los materiales bibliotecarios se han diversificado y el trabajo del bibliotecario ha sufrido una revolución. La irrupción de internet y los programas de gestión bibliotecaria hacen más asequible el acceso a usuarios y profesionales. Los catálogos colectivos son buena prueba de ello. La extensión de los proyectos de digitalización y la disponibilidad de muchos materiales a través de internet, de las bibliotecas virtuales y de ofertas oficiales como e-Biblio han abierto un campo insospechado. Ahora las bibliotecas públicas se afanan en una implicación social muy grande. Dinamizan la vida cultural con programas para todos, atienden a sectores desprotegidos, llevan libros a los pueblos, "rompiendo distancias". Son aún un refugio para el saber y el disfrute.

Hay otras bibliotecas, las especializadas, que juegan en "otra división" y tienen otros problemas, pero las Bibliotecas Públicas, las de todos, reclaman la atención en su día. Para quienes no lo sepan "desde 1997 cada 24 de octubre se conmemora el Día de la Biblioteca. La propuesta surge de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, apoyada por el Ministerio de Cultura, en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada el 1992 durante el conflicto balcánico". Solo la ignorancia, la intolerancia y la sinrazón pueden destruir lo que es un bien real.

[Prieto Álvarez-Valdés, Carmen. "Aproximación a la historia del Centro Coordinador de Bibliotecas de Asturias"; Rodríguez Álvarez, Ramón. "Las bibliotecas y la lectura en Asturias: una aproximación histórica". I Congreso de Bibliografía Asturiana. Oviedo, 1989]

Compartir el artículo

stats