La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

El pavo del Adelantado

Pedro Menéndez trinchó antes que los padres peregrinos

Mi amiga Emi de la Cava de Floro no es de Connecticut, nació en Morcín, pero le ha cogido el punto al pavo de Acción de Gracias que cocina todos los años por estas fechas y cuya extrapolación está más justificada, por ejemplo, que el Halloween. Les recuerdo por qué: en 2002, Michael Gannon, un profesor de la Universidad de Florida, expuso la tesis de que la tradición que durante décadas se había atribuido a los peregrinos del Mayflower provenía de Pedro Menéndez de Avilés y de San Agustín, la ciudad más antigua de Estados Unidos. Según la opinión de Gannon, muy ponderada, el Adelantado habría trinchado el primer pavo de Acción de Gracias, que le ofrecieron los indios seloy en un banquete para 800 personas el 8 de septiembre de 1565, es decir, 56 años antes de que los peregrinos sacrificasen el propio junto a los Wampanoag en Plymouth Rock. La expedición española puso el cocido y el vino, mientras que los seloy correspondieron presumiblemente con el pavo salvaje, la carne de venado, la sopa de tortuga, el maíz, los frijoles y la calabaza.

Pero antes incluso, en 1598, el explorador mexicano Juan de Oñate ya había recurrido al pavo en agradecimiento a Dios, tras tomar posesión de los reinos y provincias de Nuevo México en el nombre del rey Felipe II. El caso es que fue un avilesino el que trinchó por primera vez el famoso pavo, unos días antes de hacer lo propio con los hugonotes en la fortaleza de Charlesfort, donde se dice que murieron 132 franceses y los supervivientes fueron perseguidos por los pantanos hasta ser pasados a cuchillo.

Aunque pensar en ello no ayude a hacer la digestión así fue.

Compartir el artículo

stats