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Alberto Menéndez

Plus de confianza

Las dos victorias seguidas del Oviedo y sus perspectivas en el campeonato

Si por algo se caracterizó fundamentalmente el Oviedo en la primera fase de la Liga fue por su inseguridad. A los azules no se les veía convencidos de poder cumplir con un papel digno en la competición. Prácticamente todos los integrantes de la plantilla daban la sensación de estar superados por los acontecimientos, es decir agobiados por la presión, conscientes como son de lo que se espera de ellos, tanto por parte de la afición como por la propiedad del club, que no es otra cosa que estar en todo momento en disposición de luchar por el ascenso, el gran objetivo del Oviedo para esta temporada.

En el fútbol todos los males se curan con triunfos. Cómo se consigan esas victorias, con juego bonito o práctico, o debido a la suerte o al árbitro, cuenta mucho menos que los tres puntos. Tiene razón el entrenador, Juan Antonio Anquela: enlazar dos partidos ganados en Segunda no es fácil, sobre todo para aquellos equipos que como el azul deambula por el campeonato (o al menos lo hacía hasta ahora) sin el convencimiento necesario para hacer algo importante.

Precisamente por eso, porque es algo difícil, costoso, es por lo que estos seis puntos deberían servir de acicate a Anquela y sus pupilos para abordar la segunda parte de la competición con más serenidad, sin las urgencias que nunca son buenas consejeras. Dos triunfos seguidos son un plus de confianza que no debe ser desperdiciado por el equipo azul. Tiempo hay para reconducir la situación, siempre y cuando se dé carpetazo a esa marcha errática que a punto estuvo de dar al traste con la etapa de Juan Antonio Anquela en el Carlos Tartiere.

Sin que se pueda decir que el Oviedo está desarrollando un fútbol vistoso, sí es cierto que en los últimos encuentros (más allá de los disputados ante el Numancia y el Tenerife) se aprecian detalles que permiten atisbar un cambio no tanto de actitud de los jugadores (que para nada ha sido puesta en cuestión) como de ánimo, de determinación. Así, por ejemplo, ante el Granada, líder, los oviedistas, aunque al final perdieron (de nuevo por un fallo de concentración defensiva, su gran losa) demostraron que están en disposición de competir con cualquier club de la complicada División de Plata.

Incluso los carbayones han comenzado a tener la suerte de cara. El gol en el minuto 90 en Los Pajaritos así lo constata. Por todo ello, por lo tanto, es por lo que el Oviedo se encuentra, probablemente, en su momento clave del año. Una nueva victoria en Almendralejo le colocaría en una muy buena disposición para olvidarse definitivamente de discurrir por la aburrida parte media de la clasificación y sumarse el selecto club de los favoritos, justo con toda una segunda vuelta del campeonato por delante.

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