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Una propuesta para el "instant replay"

Un deporte evolucionado necesita más análisis de los errores y menos sensacionalismo barato

Han pasado ya cinco días desde la polémica final de la Copa del Rey, y es hora de avanzar, analizando las deficiencias que quedaron al descubierto y buscando caminos de evolución.

Tratemos de olvidar el matonismo de corbata de los dirigentes del Madrid, indigno de un club con esa historia y esa relevancia social y merecedor de una sanción contundente en cualquier liga que se considere seria. Corramos un tupido velo sobre sus correveidiles, que tanto están aportando al desprestigio de la profesión periodística con un variado surtido de disparates que van desde la inaceptable teoría de la conspiración hasta la mamarrachada hilarante del ingreso del Madrid en la NBA. Miremos hacia adelante.

El "instant replay" no es una consulta popular entre los asistentes al partido, a tenor de los wasaps que reciben de sus amigos tras ver decenas de repeticiones. No está en manos del set de televisión. Es un procedimiento que han de poner en práctica los encargados de dirigir el partido, que necesitan instrucciones precisas sobre qué se revisa y cómo se revisa. Esta es mi propuesta:

Los árbitros deciden cuándo acudir al "instant replay", con independencia de la revisión de una jugada a la que tiene derecho cada entrenador, según la reglamentación vigente. Pero el equipo "agraviado" debe especificar exactamente qué es lo que quiere que se compruebe. Esta información se trasladaría al comisario de mesa, que sería el encargado de seleccionar, entre el mosaico de imágenes posibles, aquellas en las que considera que se verá con más nitidez la acción reclamada. Si durante el visionado de estas imágenes los árbitros aprecian una infracción distinta susceptible de revisión (es decir, si el balón toca el aro, si se pisa una línea, si el tiempo ha expirado... nunca una falta, interpretable por naturaleza) se señala. Todas las demás imágenes quedan excluidas del "instant replay".

Es solo una idea, seguro que las habrá distintas y mejores. Seguirá habiendo lagunas, interpretaciones y errores, y seguiremos presos de este pseudoperiodismo de pacotilla que primero escoge un bando y luego argumenta en torno a eso. Pero podemos moderar el linchamiento de los árbitros por no comprobar algo que nadie en directo imaginó siquiera que pudiera haber pasado. ¿Por qué se utilizaron solamente dos imágenes? Porque eran las que, por el ángulo, mejor podían indicar lo que había pasado en el tablero, si el tapón era legal o no. Y el tapón es ilegal. Nadie en la cancha ni en la grada pensó, ni reclamó, que el balón hubiera dado en el aro. Media hora después, en la rueda de prensa, "es que no era tapón, era un rebote". Claro. Ventajismo puro. A toro pasado somos todos muy listos.

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