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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Tormenta del Desierto

¿Será la que se avecina la madre de todas las batallas? ¿Tendremos en Gijón, antes de las elecciones, una operación Tormenta del Desierto contra el eje del mal que compone un Gobierno socialista que oculta armas de destrucción masiva en el túnel de metrotrén para hacer saltar por los aires definitivamente el plan de vías?

Dice el presidente de los vecinos, Adrián Arias, que, si el Ejecutivo de Pedro Sánchez no aprueba ya con urgencia máxima la firma del convenio del proyecto ferroviario de Gijón, la ciudad saldrá a la calle "con una fuerza nunca vista". Da pánico esa aseveración. ¿Con tanques y cañones apuntando a la Delegación del Gobierno? ¿Con cabezas nucleares de largo alcance que han puesto la diana microscópica en la sede semanal del Consejo de Ministros?

Con ser justa la reclamación vecinal -y una tomadura de pelo el retraso injustificado en la rúbrica del documento que compromete a tres administraciones y a una ciudad expectante entera-, las amenazas de Arias puestas sobre el papel tras la reunión en la tarde de ayer de la plataforma ciudadana da la impresión de que no asustan al miedo. Y pueden volverse contra los promotores si la manifestación multitudinaria anunciada para el 10 de abril no saca a la calle a más gijoneses que mujeres participaron en la marcha feminista del pasado 8 de marzo. Esa sí fue una movilización de armas tomar.

Lo que sí parece una medida efectiva es que los munícipes, como piden los vecinos, celebren un Pleno permanente hasta que el Gobierno autorice la firma que se retrasa. Si quedan todos encerrados un mes o dos en el salón plenario, sin salir a la calle y sin molestar, eso que nos ganamos.

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