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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Pumariega arría velas

La guerra interna del PP gijonés se cobra la primera víctima: la campeona olímpica Ángela Pumariega, el estandarte de la candidatura liderada por Alberto López-Asenjo, tira la toalla, escandalizada por el espectáculo de estos últimos días. La número dos de la lista popular, independiente y no afiliada al PP como su mentor y cabeza de cartel, considera que no merece la pena remar en un barco que zozobra al primer envite de las olas y que se conduce sin remedio a la deriva. La regatista ha decidido arriar velas y no pasar por el aro del conflicto permanente. En el desfile olímpico-electoral del PP de Gijón, por un lado van los tirios y por otro los troyanos. Para Pumariega, fin de la regata.

Nadie duda de que llevar en la candidatura del PP a la deportista femenina más laureada de esta ciudad tenía el efecto balsámico de un fichaje de campanillas: era una adquisición galáctica. La presencia de Pumariega al lado de López-Asenjo había ilusionado a la militancia y descolocado a sus rivales directos. Ayer, la campeona se lamentaba agriamente: "Me hubiera encantado trabajar por Gijón". Y lo seguirá haciendo desde el podio, subida en los cajones del trabajo, el esfuerzo y el sacrificio.

En esta guerra no hay vencedores ni vencidos: derrotados quedan todos. Si no resultara trágico para el futuro local de las siglas, semejante hazmerreír suena incluso hasta a cómico: hace unos años, el congreso de los muertos vivientes que resucitaban del censo para apoyar al candidato oficial; hoy, candidatos fantasma que se volatizan asustados a la vista de cómo se las gastan los vivos de Álvarez de Garaya. El PP recogió hace cuatro años, con tres concejales en Gijón, su peor cosecha de la democracia en Gijón. Al paso que van, dentro de un mes y pico no llegan al trío.

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